Los superpoderes de Bambalúa

I.L.H.
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La compañía, que algo sabe de heroicidades tras 25 años en el escenario, combina en su último montaje los mundos del cómic, guiñol, clown, farsa y dibujos animados. Con esas herramientas estrena 'Superchica', sobre una heroína contra cuatro villanos

Los actores se duplican para interpretar a los personajes en esta parodia. En la imagen, Álex Britos y Cristina Salces. - Foto: Valdivielso

Los superhéroes del cómic y el cine tienen la costumbre de volar, hacerse invisibles, lanzar rayos, saltar grandes alturas... efectos todos difíciles de reproducir en el teatro a no ser que sea el de Broadway. Bambalúa, que algo sabe de heroicidades porque lleva veinticinco años sobre el escenario, ha decidido llevar a las tablas un espectáculo sobre este tipo de personajes echando mano de uno de sus superpoderes: la parodia.

Con la farsa y el absurdo como lenguajes, el nuevo montaje que la compañía burgalesa estrena el sábado 25 ridiculiza el mundo de los superhéroes con un espectáculo para toda la familia en el que los más pequeños encontrarán a una heroína con la que identificarse y los adultos se reconocerán riéndose de los tópicos de ese universo.

Superchica es la protagonista del cuento y en la misión que le han encomendado en el Teatro Principal deberá enfrentarse a cuatro malotes que han secuestrado todos los peluches de la ciudad. «Ella es la número uno, pero por algo que pasa al inicio de la obra se queda sin sus poderes (que son el rayo paralizante, el giro de torbellino y la patada de Kung-FuFu). Para engañarles y cumplir su misión deberá crear estrategias que les despisten», resume Álex Britos, otro superhéroe de carne y hueso porque además de ser el autor y director de la obra, interpreta a los villanos Capitán Empanada y Hombre del Saco.

Con malos muy torpes que caen bien y siempre salen ilesos de sus percances como en los dibujos animados; escenas en las que se les ve venir recordando al mundo del guiñol; con torpezas de tipo clown, y con apartes que hacen las veces de los bocadillos del cómic, Superchica tendrá que hacerse pasar por un peluche para descubrir a los secuestradores. «La protagonista se disfraza para que la confundan y la lleven al almacén donde tienen secuestrados a los peluches, pero al prescindir de su capa también abandona sus poderes», repasa Cristina Salces, que encarna a la heroína.

Con su ingenio, el débil logrará vencer al fuerte aludiendo a un superpoder que se puede entrenar y que necesitamos ejercitar en nuestro día a día para salir bien parados. «Llevábamos diez años pensando en hacer un espectáculo de superhéroes y por fin hemos encontrado la historia y la forma de trasladarla», añaden recordando que los talentos también se trabaja.

En la última década, como a lo largo de toda su carrera, Bambalúa ha entrenado sus capacidades para hacer que Superchica sea una comedia familiar de tramas sencillas que pueda conectar con todos los públicos sin defraudar a nadie. Para ello cuentan con una escenografía de cajas de cartón (obra de Manuel Revilla, Resistible), la implicación de Fran Benito en el vestuario (y en la interpretación de Súper Rayo y Doctor Enredo), la colaboración de Bisvy en la parte técnica, y la del profesor Joaquín García para la creación del área didáctica. 

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