Las tres derrotas consecutivas que el Mirandés ha encajado en las últimas semanas le han situado otra vez al borde del precipicio. Un gran final de 2022 le permitió alcanzar la zona tibia de la tabla clasificatoria y tomar ventaja con respecto a los equipos que estaban en la zona de descenso, aunque ese colchón se ha visto reducido y es solo de un partido.
Los rojillos cayeron ante Las Palmas, Alavés y Huesca, tres de los equipos más fuertes de la categoría con presupuesto y proyectos muy diferentes a los del conjunto de Miranda. Compitió en todos ellos, e incluso en los dos primeros se adelantó en el marcador. En el último, ante el Huesca, también tuvo posibilidades de conseguir un resultado positivo, pero acabó cayendo por la mínima.
Pese a que la clasificación se ha apretado, las sensaciones que transmite el combinado mirandesista son positivas. Ha competido de tú a tú contra dos de los equipos más fuertes de la categoría como el Alavés y Las Palmas y dos de los aspirantes a conseguir el ascenso directo.
Estas circunstancias provocan que el partido contra el Villarreal B del próximo sábado -Anduva, 18,30 horas- tome una especial importancia (...).
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