Las prisas por recoger cuanto antes la cosecha, les puede salir cara a casi cuatro decenas de agricultores burgaleses que desobedecieron la orden firmada por el director general de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que decretó dos estados de alarma por el alto riesgo de incendios debido a las temperaturas extremas que en esos días de la segunda mitad de julio se estaban registrando en toda la comunidad.

Durante el primer periodo, entre el 15 y el 19 de ese mes, solo se tramitó en Medio Ambiente una denuncia, en concreto formulada por la Guardia Civil de Frómista en  Valbonilla (Castrojeriz), por daños sanitarios y medioambientales por el uso de la cosechadora a menos de 400 metros de una masa arbórea.Sin embargo, la prolongación de la alerta desde el 19 al 24 de julio se ha saldado con un total de 36 denuncias, por el uso de cosechadora en situación de alarma, lo que significa que se estaba recolectando incumpliendo el horario que marcaban la orden de la Junta, que prohibía esa tarea agrícola desde las 12 del mediodía hasta las 19 horas.

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