«Nos cambió la vida y fue la gran apuesta por Atapuerca»

R. PÉREZ BARREDO
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Mañana se cumplen 25 años de un hito que cambiaría para siempre los designios del proyecto científico de Atapuerca: la concesión del Premio Príncipe de Asturias a su equipo investigador

«Nos cambió la vida y fue la gran apuesta por Atapuerca» - Foto: Valdivielso

A la tercera fue la vencida. Y aquello fue vencer de veras: la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica al equipo investigador de Atapuerca, hecho del que se cumplen ahora 25 años, constituyó un antes y un después para ese proyecto científico que hoy es uno de los referentes a nivel mundial. Un antes y un después y la catapulta absoluta y definitiva para lo que vino después, y que hoy es una maravillosa e increíble realidad: un museo único en el mundo, un centro de investigación y la apuesta por seguir investigando, año tras año, en unos yacimientos que se antojan infinitos. Porque hablar de Atapuerca no es hablar del pasado. Atapuerca es todo futuro.
Eudald Carbonell, Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez de Castro recuerdan con nitidez el día en que conocieron la noticia, aquel 2 de mayo de 1997. Se habían reunido con Emiliano Aguirre y otros miembros del equipo en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid para esperar allí el veredicto. Había una lógica expectación.Y muchas esperanzas porque la candidatura, en esta ocasión avalada por la Universidad de Burgos, se había trabajado mucho más que en las propuestas anteriores. Y la prestigiosa revista Science había llevado hacía poco a su portada, por primera vez en la historia, los hallazgos de un equipo de investigación español: aquella nueva especie llamada Homo antecessor.

(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)