«Esta situación nos aboca al cierre»

B.G.R.
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El responsable de La Latina, en la Flora, ha retirado ya su equipo musical y acusa al Ayuntamiento de Burgos de una «mala gestión»

Lorenzo retiró la semana pasada el aparato de sonido. - Foto: Alberto Rodrigo

José Manuel Lorenzo lleva ocho años al frente de La Latina, un bar ubicado en la plaza Huerto del Rey que se caracteriza, precisamente, por el tipo de música que le da nombre. En este tiempo nunca había vivido una situación de estas características, que le ha obligado a retirar su equipo de sonido el miércoles de la semana pasada. Desde entonces, asegura que como mucho puede tener la televisión encendida, pero sin barra de sonido para que no supere los límites de ruido que recoge su licencia.

Lorenzo asegura que su permiso es el de un bar convencional, pero que en su momento quiso cambiar la licencia a bar especial, lo que tampoco le permite el Consistorio al encontrarse un  zona acústicamente saturada. «Las normativas existentes son muy antiguas y obsoletas y tienen que actualizarse porque han cambiado los hábitos de consumo y los locales han evolucionado», manifiesta el hostelero en referencia tanto a la de la Junta como a las ordenanzas locales.

Mediciones. Cuando abrió las puertas de su establecimiento incluyó oferta gastronómica, pero luego fueron los clientes los que le «obligaron» a cambiar de concepto de su negocio. «La gente viene aquí a bailar y divertirse», explica, lamentando que su local no es «un bar de pinchos» y que la supresión de la música «nos aboca al cierre». Asegura que «no han hecho ninguna medición de ruidos» y que tampoco tiene problemas con los vecinos del edificio, aunque reconoce que la resolución del Procurador del Común instando al Ayuntamiento al control de ruidos en la zona, a raíz de una queja vecinal, ha podido influir en las medidas que se están tomando ahora.

Además de a las normativas no actualizadas, Lorenzo critica a los responsables municipales, a los que acusa de «mala gestión». «Parece que todo molesta; las terrazas, las puertas abiertas... y desde la pandemia más», sostiene, añadiendo que «no hay más que trabas» en el desempeño de la actividad hostelera. «No hay nada que nos facilite el trabajo que nosotros venimos haciendo; como si fuéramos unos 'delincuentes'», lamenta. 

De los seis establecimientos que regentaba en la capital ahora solo mantiene La Latina, por lo que confía en que en una pronta solución. «Tiene que resolverse ya esta situación», precisa este hostelero, pensando en que de continuar en el tiempo se pondrán en peligro puestos de trabajo. A pesar de esa esperanza, este empresario asegura haber recurrido la decisión ante el Juzgado de lo Contencioso-Ádministrativo, posibilidad que recoge la resolución municipal.