El Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria, -integrado por el Ayuntamiento y la Fundación Caja de Burgos-, estará obligado a renegociar la deuda que debe abonar este año al no haber conseguido ingresos por la venta de suelo. En abril, fecha en la que vencía el plazo para pagar la cuota, se logró que la Caixa, Ibercaja y Dexia aplazaran el pago hasta el día 30 de este mes de octubre pero la situación sigue siendo la misma que hace seis meses y no hay dinero en la caja.

De los casi 4,1 millones que se deben, 3.394.000 corresponden al capital y 669.000 a los intereses. La falta de liquidez obligará a analizar la situación y buscar una salida, que pasaría por sentarse a negociar con las entidades financieras un nuevo aplazamiento o una reestructuración del capital adeudado.

Se estaba pendiente de ingresar dos millones de euros de la reserva de sendas parcelas de uso residencial y otra de residencial y terciario pero no es suficiente para abonar la deuda. Además, se frutó la operación de obtener 6 millones por el terreno situado frente a la estación del ferrocarril en el que Pecsa iba a levantar una torre, al anular la adjudicación por «incumplimiento de una cláusula del contrato».

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