La nave de L'Oréal Logística será la siguiente instalación de Villalonquéjar que se sume a la red de calor de biomasa. La Junta, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), acaba de adjudicar las obras de construcción de la segunda fase de un proyecto que prolongará la infraestructura 2,3 kilómetros -sumando el circuito de ida y el de vuelta-.

La calle López Bravo -arteria principal del polígono- será la protagonista por la que discurrirán las tuberías subterráneas alimentadas por la central termina de biomasa. En un primer momento será solo L'Oréal Logística (en el número 58) la que se beneficie de las mismas, aunque el proyecto prevé dejar una llave de acometida que permitirá engancharse a otras seis compañías. Prácticamente a la misma altura que el almacén del fabricante de cosméticos está emplazada Veka (número 58), mientras que enfrente se sitúa IMA1 (número 55). También se dejará una previsión de un posible uso para Grupo Lear (López Bravo 71), Constantia Tobepal (68), Benteler (57) y Mantequería Arias (62).

Las obras salieron a concurso el pasado mes de enero por un importe de 1,5 millones de euros. Al proceso de licitación se presentaron dos candidatas, siendo finalmente OPP 2002 Obra Civil la adjudicataria con una oferta económica algo superior a los 1,3 millones. El contrato se formalizó el pasado martes, por lo cuál empieza el periodo de medio año al que se comprometió con la Somacyl para tener lista la instalación.

El recorrido de la red se iniciará en la sala de producción de calor dentro del solar de la central térmica. Discurrirá de forma paralela al cerramiento de la parcela y tras 260 metro saldrá por la calle Merindad de Ubierna, desde donde tras otros 88 metros alcanzará López Bravo. En este punto se prolongará por la actual zona ajardinada a lo largo de 820 metros. El agua en su interior irá a 90º.

De forma paralela, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León ha sacado a concurso también el enganche a la red de calor ya en funcionamiento por parte de Incarsa (calle Montes Obarenes 1). La empresa dedicada a actividades que van desde el matadero a la transformación de sandach, pasando por la sala de despiece o el almacén frigorífico, quiere probar el funcionamiento de este tipo de instalación para surtirse de agua caliente. En estos momentos emplean gas natural para obtenerla, pero ante la escalada de precios han decidido probar suerte con la biomasa.

La ejecución tiene un presupuesto de 72.000 euros y un periodo de obra de tres meses. La temperatura de impulsión en primario será de 145 grados, con un dimensionamiento para el salto térmico de 55 grados entre ida y retorno.