Las comunidades de propietarios que conforman una gran manzana entre la avenida Reyes Católicos números 40-42-44, la avenida de Cantabria 41 y la calle Soria número 16 se rebelaron contra la proliferación de terrazas en sus bajos que no solo les dejaban ruidos y sensación de inseguridad, sino también suciedad cada mañana del fin de semana. A estos inconvenientes se sumó que las mesas y sillas se instalaron en espacios privados de uso público y en muchos casos no podían acceder a sus portales. 

Presentaron numerosos escritos en el Ayuntamiento denunciando la situación y una representación vecinal mantuvo una reunión con el alcalde, Daniel de la Rosa, y el concejal de Licencias, Miguel Balbás, en la que quedó claro que no autorizaban la instalación de veladores. Se dieron los pasos administrativos para retirar la autorización a los establecimientos en estos espacios y en las últimas semanas se ha procedido a la distribución de las terrazas únicamente en zona pública. 

De este modo, las mesas y las sillas se han colocado en las aceras, dejando paso para los peatones, y también en algunas plazas de aparcamiento. Aunque al principio hubo algunas reticencias, finalmente los hosteleros están cumplido. «La Policía Local ha pasado a informar del cambio y a vigilar que se cumple», subrayó el concejal de Licencias, Miguel Balbás. 

Los locales han tenido que reducir el número de veladores al contar con menos espacio pero era la única manera de garantizar una convivencia pacífica entre los residentes y los hosteleros. 

También se ha llevado a cabo una reorganización en La Flora y Huerto del Rey, donde los vecinos acudieron al Procurador del Común por las molestias que generó la proliferación de veladores con la apertura de nuevos establecimientos. El cerco se estrechó contra los incumplidores por ocupación de más espacio y horarios de cierre ante el aumento de la vigilancia policial. 

Lo cierto es que el entorno se ha ido regulando y el hecho de que a partir de este año haya que pagar la tasa de ocupación de la vía pública ha hecho que los locales, no solo de esta zona sino de otras muchas, hayan reducido las mesas y sillas, dado que a mayor número más se paga. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, se han tramitado 72 bajas de terrazas, 47 durante la pandemia y otras 25 antes de la misma.

También  ha habido 15 establecimientos que se han dado de baja sus terrazas instaladas en zonas de aparcamiento. En la actualidad hay 127 que tienen mesas y sillas en espacios que siempre se han reservado para los coches. Precisamente, la Policía Local vigilará a los bares que han cerrado y que no han desmontado la terraza que instalaron en la calzada.

El equipo de Gobierno trabaja en el borrador de una nueva ordenanza que regule las terrazas de hostelería e incluya los cambios de hábitos tras la pandemia, así como aquellas que tienen cerramientos permanentes.