El equipo de Jesuitas que participó en la final del campus de Educaixa  se ha alzado con el primer premio del certamen en la categoría que promueve el emprendimiento en el ámbito de la enseñanza. Aitana Aragüés, Beatriz Casado, Elena García-Gallardo y Lucía Gómez defendieron su proyecto a principios de este mes vía telemática (normalmente se celebra en Barcelona) después de trabajar en el mismo durante todo el curso escolar.

La idea presentada, bautizada como Turtle, tiene una doble vertiente medioambiental y social para dar respuesta a la problemática de la cantidad ingente de plásticos que acaban en el mar. Aprovechando las mejoras tecnológicas existentes, como son los robots autónomos acuáticos (una especie de dron en el agua), las alumnas plantearon adaptarlo en forma de tortuga para integrarse en los ecosistemas, al tiempo que recibe energía solar y del movimiento del mar para su navegación y recogida de residuos. Este último no es el único fin del trabajo, ya que el objetivo del mismo pasa por la reutilización de la basura, introduciendo así el concepto de la economía circular.

Las cuatro estudiantes de cuarto de la ESO expusieron ante el jurado la «viabilidad futura» de su proyecto, «ya que los clientes pueden ser empresas que dentro de su responsabilidad social corporativa, además de preocuparse por la causa medioambiental que puedan generar sus productos, apuesten por la naturaleza y busquen el autoabastecimiento con una segunda vida para esos plásticos», explican fuentes del centro educativo.

Durante tres días, presentaron la idea a través de videoconferencias en las que distintos expertos aportaron soluciones para su mejora, además de recibir charlas sobre motivación. El reto final consistió en la grabación de un vídeo de tres minutos exponiendo no solo el trabajo sino también lo aprendido durante su desarrollo. El premio iba a consistir en un viaje formativo a Estados Unidos, si bien se ha suspendido por la pandemia.