Castilla y León acumula desde el inicio del año hasta el pasado 7 de agosto un total de 1.150 incendios forestales, de los que en el 90 por ciento de los casos está la mano del hombre detrás, ya sea por que el fuego fue provocado de manera intencionada o por comportamientos irresponsables o imprudentes, según los datos provisionales ofrecidos por la Junta. Los últimos importantes han sido los declarados en Boca de Huérgano (León) y Santa Cruz del Valle (Ávila), que llevan varios días sin llamas.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró que «en el momento actual» la Comunidad vive una situación de tranquilidad después de unos meses muy complicados. Hasta el punto de que habló entre junio y julio ha habido una media entre 15 y 20 incendios diarios.

Con motivo de una rueda de prensa, subrayó que Castilla y León cuenta con un operativo «potente» que ha sido «denostado» por muchos ámbitos de intereses de todo tipo. No en vano, recordó que es el operativo está formado por 4.540 personas que ya han apagado más de un millar de incendios en las peores condiciones meteorológicas posibles como tormentas secas. No en vano, detrás del 90 por ciento de los incendios está el ser humano.

Suárez-Quiñones reconoció que la situación de los fuegos forestales es cada vez «más compleja». No en vano, puso el ejemplo de Francia, un país que jamás ha tenido incendios especiales y que ha visto cómo ya se han calcinado más de 50.000 hectáreas y ha obligado al desalojo de 10.000 personas. Hasta el punto que precisó que el país galo ha solicitado ayuda a la Unión Europea para activar medios de Polonia y otros Estados. «Es un problema global que exige unas soluciones globales en las que tenemos que estar todos comprometidos», concluyó.

Por último, el consejero hizo una llamada a la responsabilidad ciudadana. «En un momento tan crítico con unas condiciones meteorológicas de viento, humedad y temperatura así como sequedad de la masa arbolada y arbustiva pedimos evitar las imprudencias y colaborar con la Guardia Civil y el personal público para descubrir las personas que queman intencionadamente nuestros montes, además de que cuesta la vida a profesionales», aseveró.

Avituallamiento.

Preguntado por las polémicas imágenes colgadas en redes sociales sobre el avituallamiento que reciben los integrantes del operativo, Juan Carlos Suárez-Quiñones aseguró que es falso. «En una estructura tan importante de personal público que atiende al operativo puede haber algún fallo puntual en momentos complejos. Si ha habido alguna incidencia, pedimos disculpas por ello pero son anecdóticas». Por último, consideró que ofende a la dignidad de los sindicatos por que ninguno permitiría que eso fuese así y de la propia Junta, con el enfado de guardas mayores y otro personal que se encarga del avituallamiento de los miembros que extinguen los fuegos.