El trazo que encandila en China

ALMUDENA SANZ
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La ilustradora burgalesa Sandra Rilova es finalista en los Golden Pinwheel Young Ilustrators de la Feria Internacional del Libro Infantil de Shanghai, premios a los que también aspiró hace dos años

Dos de las ilustraciones de Sandra Rilova que trufan la reedición del libro ‘El mundo de Sofía’, de Jostein Gaarder, lanzada por el sello británico The Folio Society.

Nunca pensó Sandra Rilova que El mundo de Sofía, el libro de Jostein Gaarder que se convirtió en un superventas en los noventa, iba a darle tantas alegrías como a su autor. Las ilustraciones que realizó para una reciente reedición promovido por el sello británico The Folio Society vuelven a tocar a la burgalesa con la varita mágica y la convierten en una de las 50 finalistas de los Golden Pinwheel Young Ilustrators, premios enmarcados en la Feria Internacional del Libro Infantil de Shanghai (China), que se celebra en el país asiático del 13 al 15 de noviembre. 

La artista burgalesa está feliz. No puede ser de otra manera. Su obra ha sido elegida de entre las 2.238 propuestas recibidas por esta convocatoria este año. Y estar en ese escogido ramillete ya es una victoria. «Cualquier nominación es una alegría porque es un reconocimiento a tu trabajo, además de la visibilidad que te puede dar en el mercado asiático. Estaría muy bien entrar allí y que salgan encargos», explica Rilova, quien admite desconocer cómo se mueve esta disciplina en aquel continente, aunque no es la primera vez que desde allí se fijan en su trazo. Repite experiencia en estos galardones, en los que irrumpió como finalista hace dos años por sus creaciones para Piel de asno, de Sofía Rhei, de la Editorial Nevsky. 

A bote pronto y en un rápido zarandeo de su memoria, reconoce que de aquella aventura no recuerda haber recogido frutos. Pero todo suma. «La de Shanghai es una feria muy importante, que, además, cuenta con el respaldo de la de Bolonia, en Italia, que es la más prestigiosa en el mundo del libro infantil», apostilla sobre esta cita que gana peso con cada edición. Un dato que apuntala ese vuelo: en 2018, se presentaron 1.320 ilustraciones; este año, casi el doble (2.238). 

Suba al podio o no de estos premios, donde se entregan uno absoluto, otro local y tres menciones, El mundo de Sofía ya se ha erigido en llave para entrar en la órbita internacional de esta disciplina. Ahora la lleva a China y antes lo hizo a Gran Bretaña. Aquí ha puesto más de una pica. La primera al recibir la llamada de una editorial del Reino Unido para ilustrar la especial y delicada publicación que realizó de este título y la segunda la guio (metafóricamente) a la alfombra roja del Museo Victoria & Albert de Londres ya que fue finalista en la categoría de Ilustración de Libro en los galardones que la institución puso en marcha en el año 1972. Finalmente, no consiguió la estatuilla. Pero, también en esta ocasión, la nominación ya fue un triunfo. 

Sandra Rilova recibe estas alegrías prácticamente sin tiempo a detenerse a disfrutarlas. La crisis sanitaria no ha frenado su ritmo creativo y actualmente su mano echa humo. «Llevo un mes a tope. Tengo más trabajo que nunca. Será casualidad», aventura y advierte que como autónoma que es tampoco, en la medida de lo posible, puede decir que no a ningún encargo por la incertidumbre de si mañana volverá a sonar el teléfono. De esos proyectos que la ocupan aún no puede decir ni mu. Ssshhh