La calima provoca que la calidad del aire sea muy desfavorable

L.M.
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Los distintos medidores instalados por toda la ciudad registraron ayer niveles de partículas PM10 y PM2,5 ampliamente superiores a los máximos que recomienda la OMS

El episodio de calima se inició el martes por la tarde pero ayer se intensificó de forma notable. - Foto: Valdivielso

No alcanzó el cariz de la histórica tormenta de aire africano del pasado 15 de febrero, aquella que tiñó la capital por completo de naranja, pero sí que logró enturbiar considerablemente la visibilidad. La calima de nuevo volvió ayer a hacerse presente en Burgos, un fenómeno que se lleva repitiendo varias veces en lo que llevamos de año y que disparó los niveles de contaminación hasta provocar que la calidad del aire fuera 'muy desfavorable'.

Así lo notificaron los distintos medidores que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Castilla y León tienen repartidos por la capital. El entorno de la plaza de San Agustín, la plaza Vega, Fuentecillas, el G-3, Gamonal, la calle Vitoria, la barriada San Juan Bautista y el polígono de Villalonquéjar fueron los espacios en los que mayor concentración de partículas hubo. Por ejemplo, en la calle López Bravo, arteria del corazón industrial burgalés, se registraron hasta 106,4 microgramos por metro cúbico, cuando el límite es de 10 ug/m3.

La Junta de Castilla y León ya alertó el martes por la tarde de la entrada de este episodio de intrusión de partículas de polvo procedentes de África. Se trata de un proceso absolutamente natural sobre el que no cabe intervención humana salvo la adopción de precauciones para minimizar la exposición a este tipo de partículas e intentar reducir las emisiones que contribuyen a que los niveles de estas sustancias sean elevados.

Recomendaciones. La población en general, según la administración regional, puede disfrutar de sus actividades al aire libre de manera normal. Sin embargo, precisan que se ha de vigilar la aparición de síntomas como tos, irritación de garganta, falta de aire, fatiga excesiva o palpitaciones.

Los grupos de riesgo y personas sensibles por tener por ejemplo enfermedades cardiorrespiratorias o alergias graves deberán considerar reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre. Las personas con asma o enfermedades respiratorias deben seguir cuidadosamente su plan de medicación. Las personas con problemas del corazón pueden experimentar palpitaciones, dificultad en la respiración o fatiga inusual.

Se recomienda que cualquier persona que vaya a realizar actividades al aire libre, se informe sobre la calidad del aire en su zona accediendo a la páginas web de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.