Los polígonos industriales propiedad de la Junta de Castilla y León vivieron el pasado año una explosión en la demanda de suelo por parte de las empresas para asentarse en alguno de los más de 30 parques que tiene repartidos por toda la Comunidad. Ni la crisis económica ni la pandemia impidieron que más de medio millón de metros cuadrados vendiera el Ejecutivo regional a lo largo y ancho de la autonomía para que diferentes empresas levanten sus proyectos industriales en suelo castellano y leonés. Concretamente fueron 510.349 metros cuadrados vendidos durante el pasado año, la cifra más alta desde que en 2007 se despacharan 660.000 metros cuadrados. Una cifra, la de 2020, que supone un repunte cercano al cincuenta por ciento respecto al ejercicio anterior, cuando se vendieron 354.900 metros cuadrados y que multiplica por cuatro los 137.000 adjudicados en 2017, según los últimos datos actualizados que maneja la Consejería de Economía y Hacienda a los que ha tenido acceso este periódico.
A pesar de que los polígonos de titulares autonómica no son los únicos en suelo castellano y leonés –también los hay de iniciativa privada, de las Diputaciones, o los que tiene la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES)– lo cierto es que las cifras registradas el pasado año muestran el creciente interés empresarial por el terreno industrial autonómico. De hecho, las cifras revelan como, tras el hundimiento de la adquisición de suelo industrial tras la crisis de 2008, con varios ejercicios ‘vagando por el desierto’ con menos de 150.000 metros cuadrados vendidos entre 2009 y 2013, los polígonos propiedad de la Junta vuelven a ser atractivos para las empresas, acumulando ya tres años consecutivos de crecimiento.
Vocación contracíclica
La venta de suelo industrial de la Junta se duplica en 2020Una positiva evolución que el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, achaca a que se trata de «operaciones muy a largo plazo y las empresas las han mantenido porque su viabilidad no dependían de un contexto de pandemia». El titular autonómico reconoce a este periódico que las medidas adoptadas por la Junta en 2019 para modificar el precio del suelo industrial surgió con «vocación contracíclica» de acelerar la venta de suelo industrial para poner freno a la desaceleración del PIB autonómico previa a la pandemia.
«Todo esto demuestra que las medidas que pusimos en marcha al inicio de la legislatura fueron buenas, y esto seguro que sin pandemia hubiéramos vendido mucho más terreno industrial», expone el consejero, que defiende como Castilla y León, a pesar de la pandemia, sigue manteniendo su «ubicación estratégica» en España, con una «fiscalidad inteligente» y «estabilidad» que «hacen de Castilla y León «una buena tierra para invertir» más allá de la pandemia.
Y es que, las sucesivas campañas de bonificaciones y descuentos puestas en marcha por el Ejecutivo regional desde 2016, cuando aplicó una correctiva rebaja en el precio del metro cuadrado de los polígonos propios, con una bonificación adicionalmente del 15%. Un plan que tuvo que ampliarse a mediados de 2018 ante la buena acogida que percibió esta medida, y que se mantuvo hasta finales de 2019.
La venta de suelo industrial de la Junta se duplica en 2020Planes territoriales
Ahora, otros cuatro polígonos cuentan con planes territoriales de fomento que llevan consigo un descuento del cincuenta por ciento, con el objetivo claro de atraer empresas y generar actividad en los parques industriales propiedad de la Junta. «Este puede ser el camino», reconoce Fernández Carriedo, que valora la «utilidad» de estos planes. El polígono zamora de Villabrazaro ha sido el que ha vivido un exponencial repunte en la venta de suelo industrial, despachando casi 200.000 metros cuadrados por valor 3,1 millones de euros. Este parque, incluido dentro de los planes territoriales de fomento, y por consiguiente con un descuento del 50% sobre el precio, ha sido la punta de lanza autonómica en venta de terreno.
Tras este, el leonés de Villadangos del Páramo, apuntalado sobre el centro logístico de Mercadona, Decathlon, y la llegada de Network Steel tras la fuga de Vestas, vendió casi 135.000 metros cuadrados por valor de 1,6 millones de euros. Al igual que el anterior, también cuenta con una bonificación del 50 por ciento.
No obstante, trece de los polígonos de titularidad autonómica no lograron vender ni un metro cuadrado durante el pasado ejercicio, con provincias como Ávila y Soria, donde se registraron sendos ‘roscos’. Con todo, y a pesar del gran año a nivel de ventas de suelo industrial autonómico, lo cierto es que el Ejecutivo regional todavía tiene casi tres millones de metros cuadrados disponibles para las empresas, de los que más de medio millón se encuentran en el polígono palentino de Magaz de Pisuerga, cuya provincia acapara casi un millón de metros cuadrados sin comprador. «Todavía es pronto para saber si volveremos a vender tanto como en 2004 –año récord con casi 800.000 metros cuadrados vendidos–», asegura el consejero.
Parque Canal de Castilla
Fernández Carriedo también reconoce que el macropolígono Canal de Castilla, ubicado en Valladolid, sigue sin estar terminado y no tiene todavía suelo a la venta. «Hemos hecho algún trámite últimamente pero todavía no esta terminado y sigue sin salir a la venta», concluye.