Héctor Jiménez

Ni confirmo ni desmiento

Héctor Jiménez


Qué nivel

24/03/2023

La puntilla se la ha dado Carolina Blasco. Solo quien no conozca a la ya exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Burgos se sorprenderá de su decisión. Tiene una ambición tan grande y tan evidente (ni siquiera trata de disimularla) que no iba a despedirse callada y sumisa cuando el partido la rechazó. Después de todos esos «yo quiero, yo quiero, yo quiero», aquello no podía quedar así cuando la cúpula provincial ni siquiera le dio la oportunidad de unas primarias e impuso a otra candidata que venía de unos cuantos años en el balneario madrileño.

Porque el bombazo, decíamos, ha sido el remate a una semana regulina para Cristina Ayala, que la lio parda con un tuit de presunción burgalesista. Quiso proclamar al mundo los bonitos amaneceres de estas tierras con los rayos del sol atravesando la catedral y eligió una foto tan preciosa como mentirosa. Porque no era un amanecer, sino un atardecer, facilísimo de detectar por la composición de la imagen. 

La red del pajarito se lanzó a despellejarla. Sus palmeros, sin embargo, la aplaudían de forma sonrojante sin pararse a pensar un solo segundo en que estaban agravando el daño. Y ella, impertérrita, en el momento de escribirse estas líneas mantiene ahí la foto y el comentario, sin ningún aprecio por la verdad.

Unos días antes, el PP (cuando todavía hablaba por boca de Blasco) había tenido la iniciativa de proponer a Orestes como pregonero de los Sampedros. Y en cuanto lo leí pensé: «Pobre chaval, se acaba de quedar sin ninguna posibilidad». Era evidente que el PSOE no iba a aceptar que le robasen la idea. A las puertas de unas elecciones, al enemigo ni agua. A Orestes ni el pregón. 

Y a De la Rosa se le ocurre proponer a las Peñas, porque tiene que ser justo ahora cuando las homenajeen, robándole protagonismo a un tipo que, milagrosamente, cae bien a todo el mundo y que ha llevado el nombre de Burgos a un programa donde no triunfa ni el más cerdo ni el más jeta, sino el mejor preparado.

Entretanto, los de Ciudadanos lanzan la propuesta de dar mil euros a cada familia que tenga un hijo. No entiendo cómo Rosario Pérez Pardo no ha propuesto 100.000, o un millón incluso, sabiendo que no tienen posibilidad de sacar ni un solo concejal, y que el partido naranja pasará a la historia de España como un alucinante compendio de errores estratégicos y un manual de autodestrucción política.

Este es el nivelazo que nos espera en las próximas semanas… y meses… y años.