Parralillos pide aceras para salvar socavones y barrizales

C.M.
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Los residentes se quejan de que no se ha completado la urbanización que rodea al campus y tienen que transitar por la calzada. Reclaman también más iluminación y limpieza

Hay zonas sin asfaltar en las que se acumula el agua cuando llueve. - Foto: Luis López Araico

Los vecinos del entorno de Parralillos y Sedera llevan años reclamando que se complete la urbanización del entorno pero sus demandas no han sido atendidas. Las han trasladado reiteradamente a la Junta del Distrito Oeste y de manera individualizada a través del servicio de atención ciudadana 010 pero nada se mueve.

Se trata de una zona en la que viven muchas familias jóvenes pero consideran que están en «una isla» con el campus universitario en el medio. Para acudir al colegio o al centro de salud tienen que atravesar por un lado el Camino de Villargámar que no tiene aceras y que cuando ha llovido o nevado el tramo se convierte en un barrizal con el riesgo añadido de coches y autobuses silbando al lado. Por él transitan los escolares y es una ruta natural hacia la Escuela de Artes y facultades como las de Educación y Económicas. «Es imposible llegar al centro de salud o al colegio sin pisar el barro», aseguran los residentes. 

Tampoco es más halagüeño el entorno frente a los asadores, donde ni tan siquiera hay caminos y está lleno de socavones que se llena de agua los días de lluvias ni el de los residentes de la calle Hornillos o Puente La Reina, que deben bajar por un terraplén y atravesar el bulevar del ferrocarril para llegar al campus o a la parada del autobús urbano. A diario pueden atravesar por la Facultad de Educación pero los fines de semana se cierra el recinto y deben dar un gran rodeo. «Salimos de casa y tenemos que bajar por el Azofra entre charcos, tierra, barro o hielo», añaden. 

Para llegar a la parada del autobús hay que salir a la carretera. Para llegar a la parada del autobús hay que salir a la carretera. - Foto: Luis López Araico

Al otro lado, frente a la plaza del Sobrado, también faltan aceras y únicamente hay caminos de tierra entre edificaciones en mal estado. Un cartel anuncia la próxima edificación de viviendas, lo que sin duda mejorará el entorno pero todavía deberá pasar el tiempo para que la urbanización se colmate. «El arreglo de ese entorno fue una de las primeras reclamaciones que nos llegó a la Junta del Distrito Oeste. La zona está falta», indicó su presidenta, Marga Arroyo.

También desde la Asociación de Vecinos Las Huelgas-El Parral (Avehupa) han trasladado un escrito al Ayuntamiento reclamando una infraestructura para tránsito peatonal en ambas márgenes del Camino de Villargámar para dar conexión entre Parralillos y la Sedera, así como el mantenimiento, limpieza y mejora de la seguridad en las zonas arboladas cercanas al colegio Niño Jesús mediante un vallado acorde al entorno. 

Los residentes también reclaman la instalación de elementos del mobiliario urbano como bancos y papeleras y la mejora de la iluminación, que es escasa. 

Calle Arlés. Los vecinos están preocupados por el elevado número de vehículos que atraviesan la calle Arlés al ser una salida natural de quienes toman en bulevar para dirigirse hasta el barrio del Pilar o para tomar la N-120 con dirección a Villalbilla y a la circunvalación. Aseguran que los vehículos circulan a gran velocidad a pesar de que al ser una vía de un carril por sentido y estar obligados ir a 30 kilómetros a la hora. A uno de los lados no hay acera, lo que supone un peligro para los peatones y los conductores que aparcar en ella. 

Finalmente, los vecinos reclaman más limpieza en el entorno, dado que en los últimos meses han notado un aumento de la suciedad y una menor frecuencia en la recogida de los residuos y no descartan recoger firmas para denunciarlo.