El mercado de locales se estanca y casi 140 siguen vacíos

ARSENIO BESGA
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La reducción de inversiones de fuera de Miranda lastra a la venta y al alquiler de establecimientos. Los expertos creen que falta «flexibilidad» por parte de los dueños y que los emprendedores tienen «miedo»

La mayoría de locales disponibles se encuentran en la zona cercana al río Ebro, a varias calles del centro. - Foto: A.B.

Los establecimientos que cierran en Miranda difícilmente vuelven a abrir a través de nuevos propietarios. El mercado de los locales comerciales se encuentra estancado y, en la actualidad, casi 140 espacios se ofertan en los portales especializados. La mayor parte de los propietarios, un 75%, prefieren vender su patrimonio en lugar de alquilarlo. Además, la escasa «flexibilidad» de los dueños a la hora de negociar los precios y el «miedo» de los emprendedores a iniciar sus proyectos agravan las distancias que se registran entre la oferta y la demanda, según la inmobiliaria más antigua de la ciudad, Fincasa.

Un total de 105 emplazamientos comerciales se hallan anunciados para su venta en la página web Idealista. Entre estos, 95 son locales propiamente dichos y 10, naves de mayor tamaño. En cambio, tan solo 34 lugares están disponibles para arrendatarios, incluyéndose dos con amplias superficies. La proporción resulta similar si se observa el catálogo de otros portales como Fotocasa, con 71 en venta y 14 en alquiler, o Pisos.com, con 13 preparados para su compra y apenas 7 listos para recibir una compensación mensual por su uso.

Los datos recabados arrojan una clara tendencia, que se comparte por los expertos de la comarca. Por ejemplo, desde Fincasa, un negocio inmobiliario con 60 años de experiencia, recuerdan que «tiene más salida en alquiler, porque las empresas lo prefieren a nivel contable». Sin embargo, explican que «ahora los propietarios prefieren la venta al alquiler porque este hay que gestionarlo». De esa manera, la desproporción entre la oferta y la demanda se acentúa.

Ahora bien, el mercado se resiente sobre todo por la crítica situación de las pequeñas inversiones en el municipio. «Antes nos encontrábamos empresarios de fuera que venían a invertir, sobre todo, porque en las calles hay bastante vida», analizan los hermanos Menéndez, propietarios de Fincasa. «Desde hace tiempo, más de dos años, no aparece ese perfil», completan. Por tanto, aquellos con capacidad de «revitalizar» negocios ya no desembarcan en el municipio y la consecuencia es perceptibles por cualquiera que pasee por las calles mirandesas.

Además, aunque la demanda externa se haya reducido, la autóctona tampoco vive una realidad sensacional. «Antes había también un perfil de matrimonios en los que uno tenía un empleo estable y el otro habría un negocio. Ahora no, hay miedo», señalan. Sin embargo, el elemento más fácil de solventar y que perjudica a las inmobiliarias en mayor medida no tiene que ver con la demanda.

«Se echa de menos la flexibilidad propia de las capitales en las que se necesita sacar partido de una propiedad en lugar de tenerla cerrada», comentan en Fincasa. Según exponen, en Miranda «se pierden oportunidades más ajustadas al mercado» porque la situación ha cambiado, pero la mentalidad permanece intacta y los dueños cuentan con «estabilidad económica», no tienen «necesidad». Así, hay quienes prefieren tener un lugar «vacío» antes que venderlo al valor que dictan las leyes de la economía. De hecho, el precio medio de los locales y naves de la ciudad asciende a 133.300 euros y el del alquiler a 950. Con ello, el coste por metro cuadrado del suelo se halla por debajo del de Burgos o Vitoria, pero supera al de Aranda.

POR ZONAS. Una reseñable mayoría de los locales ofertados para su venta se encuentra en la parte cercana al río Ebro. Concretamente, 30 establecimientos se hallan entre la calle Ronda del Ferrocarril y las aguas que bañan la ciudad. En cambio, pese a que la densidad de población y la actividad económica resultan mucho más notables en pleno centro de Miranda, los anuncios de inmuebles entre la calle Ronda del Ferrocarril, la Carretera Logroño y la Condado de Treviño solo alcanzan la cifra de 22. Es decir, ocurre justo lo contrario que con el alquiler, puesto que los dueños de los establecimientos mejor situados apuestan, en proporción, algo más por el arrendamiento.