La Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo reunirá en Burgos a entre 300 y 400 especialistas en esta extremidad, a la que la mayoría de la población presta menos atención de la que merece. Lo hará en su congreso anual, que se celebrará los días 8, 9 y 10 de junio en el Fórum y contará con la participación de algunos ponentes extranjeros y expertos en los grandes temas a tratar.  

El programa se ha dividido en cuatro grandes bloques, entre los que destaca el dedicado a la prótesis de tobillo. Por infrecuente y por novedoso, dado que en Burgos aún no se ha puesto ninguna. «Pero algún día habrá que empezar, así que traemos a gente que lleva años con ello», afirma el presidente del encuentro, el traumatólogo del HUBU Víctor Manuel Teruel. «No hemos puesto porque no ha habido pacientes que reunieran condiciones», matiza el especialista, explicando que está indicada en casos muy concretos. «Han de estar seleccionados y muy estudiados, pero ahora tenemos dos pacientes que, en el futuro, pueden ser candidatos», apunta Teruel.

Si lo habitual es que las prótesis de rodilla y cadera se prescriban por desgaste a causa de la edad -«artrosis primaria»- , la de tobillo se indica en un 60% de los casos tras una fractura y en pacientes «relativamente jóvenes». Otro 30% sí se indicaría como consecuencia del desgaste por la edad y, el resto, como consecuencia de enfermedades reumáticas. De ahí que se espere que esta cirugía vaya a ganar peso con el tiempo; en parte por el envejecimiento de la población y en parte porque tiene ventajas con respecto a la técnica que se aplica ahora cuando el paciente tiene mucha artrosis y obliga a inmovilizar el tobillo. «Quitas toda la movilidad y, con los años, repercute en otras articulaciones del pie, en la columna... La prótesis, en cambio, permite mantener la movilidad», apunta.

Los otros temas de calado del congreso -que en principio estaba previsto para 2021, pero tuvo que posponerse por la pandemia- son variados y relativamente frecuentes en conversaciones 'de calle'. El primero tratará sobre las novedades en el tratamiento de la rotura del tendón de Aquiles, cada vez más habitual sobre todo «en personas que no han hecho deporte y empiezan a los 40 o 50 años, no calientan bien, el tendón empieza a degenerar y notas la famosa 'pedrada', como si alguien te hubiera dado por detrás. Eso es que se ha roto», dice el experto, matizando que en el HUBU ven unos 30 casos al año y, en general, se operan mediante sutura percutánea. Otras opciones son el tratamiento conservador (no operar) y la cirugía clásica, en la que se abre y se cose.

El siguiente es el relativo al pie cavo, «mucho más frecuente que el plano» y que, a veces, es consecuencia de un trastorno neurológico. «Hasta los 4 o 5 años todos los niños tienen pies planos, pero si a esa edad tiene mucha bóveda en el pie o camina raro... Hay que ir al pediatra, porque será enfermedad neurológica», dice, añadiendo que la más habitual es la de Charcot-Marie-Tooth, «pero hay otras».

Dedos en martillo. Sin embargo, en la mayoría de los casos de pie cavo no hay causa neurológica y sí complicaciones por el exceso de curvatura. La más habitual, los dedos en martillo. «Se producen porque hay juanetes o porque, tanto hombres como mujeres, somos víctimas de la moda y no usamos el calzado adecuado», dice, destacando que «la mejor prevención» sería «un zapato con un tacón de menos de 4 centímetros, horma redondeada y ancha por delante, suela flexible y buena amortiguación». Los zapatos muy planos o con mucho tacón, por tanto, «favorecen que duela el pie».

En general, Teruel considera que la población no cuida de sus pies tanto como debería y también afirma que «somos un poco el patito feo de la especialidad, porque el pie y el tobillo no gustan mucho, a pesar de que es una patología muy prevalente». 

Por último, el congreso dedicará tiempo a la técnica de Walant, que es nueva y permite hacer «bastante cirugía» de una forma distinta a la convencional. «Es un tema que está muy en boga», concluye.