El GPS convierte a Berzosa en una autopista

S.F.L.
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Los vecinos, cansados de los destrozos que provocan los camiones que acceden por error al pueblo para llegar a la N-232 desde la N-I, urgen soluciones para evitar más daños en casas y caminos

Un camión de grandes dimensiones atraviesa el centro de Berzosa para dirigirse a la N-232 por un camino rural. - Foto: DB.

El constante paso de camiones de gran tonelaje por el centro de Berzosa de Bureba y los destrozos, tanto en edificaciones y mobiliario como en pavimento, tiene en vilo a los vecinos, que a diario sufren las consecuencias. El malestar generalizado ha provocado que la alcaldesa, María Jesús Hermosilla, pretenda solicitar ayuda al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para que prohíba el paso de trailers de ciertas dimensiones.

Los transportistas atraviesan la localidad porque el GPS indica el desvío por el pueblo para llegar a la N-232 desde la N-I, en vez de seguir ruta por Cubo de Bureba y desde allí tomar la variante. Una decisión que carece de sentido, teniendo en cuenta los obstáculos con los que los vehículos de gran tonelaje se encuentran por el camino y los daños que han ocasionado.

A este sistema es al que culpan los camioneros cada vez que entran hasta el pueblo y se encuentran prácticamente atrapados en las estrechas calles. Según la regidora, «ya nos resulta habitual tener que indicar a los conductores para ayudarles con las maniobras y que den la vuelta. Algunos de los vehículos que pasan son tan grandes que se han llegado a quedar atascados y taponando el único acceso de entrada y salida que tenemos, ya que la carretera se acaba aquí», expone.

En la mayor parte de las ocasiones, los chóferes optan por dirigirse a la carretera nacional 232 por el camino rural. Estos itinerarios los utilizan los turismos y maquinaria agrícola, que también resulta pesada pero, al menos «el Ayuntamiento recibe algún beneficio de los agricultores. De los camioneros ninguno», afirma la regidora.

Los conductores deben tener en cuenta que la distancia que separa Berzosa de Cubo -donde se coge el acceso a dicha vía- no llega a los siete kilómetros, por lo que es preferible que utilicen la general que el camino rural, ya que los camiones resultan demasiado pesados para el firme y ya se aprecian los desperfectos. Sobre ello alertan los residentes en este pequeño municipio, ya que su rehabilitación ha supuesto «un coste elevado que sin la ayuda de las administraciones públicas no hubiera sido posible y nos da mucha rabia que en poco tiempo presente cantidad de socavones», añade Hermosilla.

La alcaldesa recuerda que en otras localidades de la provincia, como en el caso de Mamolar, se han instalado señales -alguna degrandes dimensiones- cercanas a la travesía del pueblo y en otras carreteras que entroncan con la llegada. «Los camiones que pasan por aquí lo hacen para acceder a unos almacenes agrícolas de Busto, para dirigirse dirección Santander o acceder al Valle de Tobalina. Creo que con una cartelería no sería suficiente porque algunos conductores seguro que los desoyen», manifiesta la política, que apuesta también por exponer el caso en Tráfico con el fin de que le propongan alguna solución para modificar la ruta de los GPS.

Alternativa más corta. A pesar de que muchos de los conductores que toman esta vía dirigidos por el navegador, la política es consciente de que otros utilizan el camino rural para «ahorrarse unos kilómetros, sin importar los daños y las molestias que generan en nuestro pueblo», afirma. De hecho, en una de las señales que indica el camino hacia La Vid han colocado un folio señalando que Frías queda a 24 kilómetros, por lo que los usuarios más habituales se conocen el atajo y siguen pasando.