Exigen cerrar los locales de Calvario donde pernoctan sintecho

C.M.
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Los vecinos de los portales contiguos, 22 y 24, han enviado cientos de escritos al Ayuntamiento de Burgos. Temen un incendio por la acumulación de basura

En uno de los locales han instalado camas para poder descansar. - Foto: Luis López Araico

La desesperación y el desánimo han calado entre los vecinos de la calle Calvario números 22 y 24 tras más de cinco años peleando para que cierren los locales comerciales sin actividad que hay en los bajos y en los que pernoctan personas sin hogar y se acumulan toneladas de basura. Los cientos de escritos enviados al Servicio de Atención Ciudadana 010 o a la Policía Local no han tenido efecto más allá de algunas intervenciones pero pasado el tiempo la situación sigue igual o peor. 

Los ubicados en el número 24 se consiguieron limpiar y cerrar con un candado aunque todavía se arrojan escombros por agujeros que hay en las puertas pero el problema se centra en los más cercanos al 22. Los residentes no pueden más y temen que algún día ocurra alguna desgracia, dado que las personas que los utilizan para dormir o pasar un rato hacen fuego y cocinan. «Los bomberos precintaron los locales pero rompieron el precinto y volvieron a entrar», lamentó Jorge, uno de los vecinos afectados. 

En uno de ellos, que fue una antigua peluquería, pueden verse colchones y mantas que usan para dormir y como dispone de baño también lo emplean para asearse. Los residentes aseguran que en el local se reúnen todo tipo de personas e, incluso, se ha convertido en un punto de menudeo. «Cada vez que mis hijos salen de casa estoy pendiente. Esto no es vida». 

En el otro local se acumulan toneladas de basura desde sofás viejos, ordenadores, sillas, palés, telas, cartones... «Esto es una vergüenza. El Ayuntamiento no hace nada. ¿Tiene que pasar algo para que actúen? Es un problema real y hay que buscar una solución», aseguró María, una vecina de la calle Romancero que pasa todos los días por la zona y que ha presentado numerosos escritos.

Sus hijos tienen que pasar por delante de los locales cuando van al colegio o instituto a primera hora de la mañana y pasan miedo.

La acumulación de basura hace que en el local haya ratas y cucarachas, que salen a la calle o entran en los portales colindantes. «Esto es insalubre. Solo pedimos al dueño que lo limpie y lo cierre. Ya estamos tan hartos que hasta la comunidad está dispuesta a hacerlo por su cuenta», subrayó Jorge. 

Desde el Consejo de Barrio del Crucero llevan años denunciando este problema pero tampoco han obtenido respuesta. Su presidenta, Magdalena Aguilar, exige una solución. «No solo se perjudica a los vecinos de los portales cercanos sino a todas las personas que pasan por ahí. El Ayuntamiento debe exigir a los propietarios que limpien los locales y los adecenten», apuntó. 

Al parecer, la propiedad habría cambiado y el administrador de fincas ha tratado sin éxito conocer su identidad. Sea como fuere la situación se ha vuelto ya insostenible y los vecinos piden soluciones.