El promotor de la granja de Llano aplaza las obras

S.F.L.
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Con todos los permisos concedidos y solo a falta de pagar la licencia al Consistorio, la construcción de la macrogranja comenzará «en primavera» y no este verano tras la compra de otras dos explotaciones. El empresario asegura que no tiene prisa

Jacinto Rejas ha comprado una granja porcina y otra avícola en la localidad burgalesa de Montuenga. - Foto: ALBERTO RODRIGO

Tres años le han costado a Jacinto Rejas obtener todos los permisos necesarios desde que iniciara la tramitación ambiental para construir la macrogranja porcina en Llano de Bureba. A la espera de recibir la notificación con el importe que deberá abonar al Ayuntamiento por la tasa de la licencia de obra, el promotor del proyecto ganadero declara a este medio que finalmente los trabajos se retrasarán «hasta la primavera de 2023 en vez de comenzarlos este verano», tal y como preveía en un principio. ¿Los motivos después de tanta espera? La compra de otras dos instalaciones ganaderas (una porcina y otra avícola) en la pedanía de Montuenga, perteneciente al municipio de Madrigalejo del Monte. 

En julio del año pasado obtuvo la autorización del Servicio Territorial de Medio Ambiente para desarrollar su idea, que debe ejecutarla en un plazo máximo de 5 años a partir de la recepción de la autorización ambiental. La demora en proporcionar la aprobación por parte del municipio se dio en su día porque el empresario no entregó todos los documentos que debía en su momento y tuvo que presentarlos e incluirlos en el proyecto después, por lo que toda la tramitación quedó bloqueada en cierta manera. No obstante, Rejas siguió todos los pasos, proporcionó el papeleo, y finalmente le concedieron el permiso municipal. 

Tras un segundo intento, semanas después de que la Junta paralizara el proyecto de instalación de la macrogranja, presentó una nueva documentación que contemplaba novedades significativas, como las dimensiones de la instalación, muy superiores a la planteada inicialmente, y la cantidad de animales que criará (3.100 madres con lechones de hasta 6 kilos, 620 cerdas de reposición y 7 verracos). En esta ocasión, hizo referencia a una superficie total de la parcela de 946.575 metros cuadrados en la que se edificarán varias naves, mientras que en el primer proyecto se hablaba de 390.000. El actual también contempla la construcción de dos balsas de purines estancas con 23.551 metros cúbicos en total. En el anterior solo se hablaba de una. 

Ahora que tiene la sartén por el mango, y a falta de pagar la tasa al Consistorio de Llano, que según uno de los concejales «asciende a 36.000 euros», el promotor se muestra relajado y declara que «no tiene prisa» en ejecutar las obras de construcción de la instalación porque ya cuenta «con dos negocios similares en funcionamiento» en la pequeña localidad burgalesa. Aún así, avisa que no aparcará el proyecto.

A pesar de las reclamaciones de diferentes agrupaciones, el Servicio Territorial de Medio Ambiente concedió la autorización para que el vecino de Hontoria del Pinar continuara con su plan. En la evaluación del impacto ambiental se dictó que la capacidad útil de almacenamiento de purines en el exterior y ubicada en la propia instalación debería ser suficiente para su retención durante las épocas en las que no fuera posible o no estuviera permitida su aplicación al terreno y nunca inferior a tres meses de producción. La Plataforma Granja No de Llano de Bureba entregó en la Junta un total de 166 alegaciones al proyecto de la instalación y más de 500 firmas de vecinos en contra, pero nada han podido hacer para evitar el desarrollo del plan.

Cerdos en vez de placas. En la documentación presentada por el promotor se expone la enumeración de una serie de parcelas (3001, 3002, 3003, 3004, 3005 y 3006), que también figuran en el proyecto de una de las cuatro plantas fotovoltaica del megaparque que Solaria ubicará en la Bureba. Sin embargo, Rejas asegura que «no cederá sus terrenos para colocar paneles».