Me llama mi gestor para comentarme lo de que tenemos que reunirnos para calcular la cuota de autónomos del año que viene, y echo más de menos que nunca a la médium Paloma Navarrete, que en paz descanse, con su bola de cristal y las cartas, que seguro que nos habría sido mucho más útil que el certificado digital. Hace ya mucho tiempo que he dejado de informarme de mis deberes de autónoma por las noticias, que no me entero de nada, y lo tengo todo delegado en el bendito José Antonio, que cada vez que me llama ya no sabe si es gestor, vidente o psicólogo, pero el tema se lo tiene muy controlado y es el único que entiende la web de la Agencia Tributaria. En fin, que por lo visto ahora tengo que hacer una previsión de lo que voy a ganar y ponerme yo la cuota, como en El Precio Justo, decidiendo si quiero pagar de más, y que me devuelvan, o pagar de menos, y que me pasen luego la dolorosa, porque lo de acertar con la cuota y ganar el escaparate final con el coche y la moto lo veo más de falso autónomo. Los otros, los de verdad, vivimos con la deliciosa sensación de no tener nunca ni la más mínima idea de lo que vamos a facturar, y mucho menos de cuándo nos lo van a pagar.

Así que mi gurú fiscal me pide cita en Hacienda para unas gestiones, y cuando me pregunta por la delegación a la que quiero ir le digo que la de la calle Moltalbán -ventajas de vivir en Madrid, tienes muchas para elegir- que es la más bonita y queda cerca del Retiro. El pobre hombre alucina en colores, porque él es una persona normal, pero más alucinaría si supiera que en realidad lo hago porque es la calle del ático de Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios, lo que me hace sentir cerca del gazpacho de orfidales cada vez que paso por allí, y me calma mucho los nervios.

Ojalá tuviera que pagar la cuota más alta, que significaría que me ha ido el año estupendamente, pero eso de la incertidumbre lo llevo regular tirando a fatal. Por no hablar del gafe que da, si me quedo corta, es que veo el futuro negro en plan profecía autocumplida, si me vengo arriba, luego voy a tener que pagar el jamón york a crédito. Ojalá que por ser géminis, me salga a devolver.