La ya de por sí transitada estación de autobuses de Burgos registró ayer más actividad de la habitual. Desde este 1 de febrero el Gobierno ha puesto en marcha la gratuidad de las líneas de transporte por carretera de titularidad estatal para viajeros recurrentes. Aunque el abono se puede formalizar a través de la página web de cada empresa concesionaria, muchos burgaleses optaron por acudir hasta las instalaciones de la calle Miranda para sacar el suyo.

De este modo se formaron colas de usuarios tanto frente al mostrado de Alsa, la compañía que opera la mayoría de esas líneas, como junto a las máquinas expendedoras situadas en el interior del inmueble. Tal y como comunicó el operador, la línea Burgos-Madrid ha sido una de las más demandadas por los ciudadanos, ya que la venta previa arrancó hace unos pocos días. En la medida se incluye rutas como la Burgos-Poza de la Sal-Frías-Briviesca-Logroño con Hijuelas; la Burgos-Zaragoza; la Madrid-Aranda Duero-El Burgo de Osma (Soria); la Madrid-Segovia con prolongación a Melgar de Fernamental (Burgos) o la Madrid-Pamplona por Burgos y Logroño, con prolongación a Valcarlos y Frontera Francesa de Arnegui.

Condiciones. Para beneficiarse de los abonos gratuitos es necesario cumplir ciertas condiciones: registrarse en la web de la empresa y depositar una fianza con el fin de evitar un uso indebido de los mismos. El importe varía entre los 20 y los 65 euros en función del precio del billete del trayecto a realizar.

La fianza es reembolsable siempre que el titular cumpla con el mínimo de viajes requeridos en cada uno de los periodos: una docena entre de 1 de febrero y el 30 de abril; 16 entre el 1 de mayo y el 31 de agosto y 16 entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de 2023.

Los abonos son nominativos, personales e intransferibles, y siempre entre un mismo origen y destino. Una vez formalizado el abono, la operativa es muy sencilla: el titular recibirá un código digital con un localizador que canjeará por un billete gratuito cada vez que quiera viajar.