El Sistema Nacional de Salud asumirá a medio plazo la administración de la protonterapia a pacientes de Burgos; un tratamiento oncológico que Sacyl autorizó el año pasado en la provincia en tres ocasiones y por el que pagó casi 75.000 euros a la Clínica Universidad de Navarra. El hospital madrileño de esta clínica privada de referencia en España es, junto a Quirón, el único que ofrece este tratamiento, todavía exclusivo y caro, que la sanidad pública implantará el año que viene de la mano de la Fundación Amancio Ortega. La diferencia para los burgaleses es que en lugar de desplazarse a Madrid tendrán que ir a San Sebastián.

La capital donostiarra ha sido la escogida para la instalación de este equipo de radiología puntera, que paga la fundación vinculada a Inditex y que será de referencia para enfermos del País Vasco, Navarra, La Rioja, Cantabria y, dentro de Castilla y León, para los que vivan en Burgos y Soria. El resto de los castellanos y leoneses tendrán como referencia alguno de los otros nueve hospitales en los que se acordara la instalación de uno de estos equipos punteros tras el acuerdo firmado el pasado octubre entre el Ministerio de Sanidad, siete Comunidades Autónomas y la fundación  gallega, que dona casi 300 millones al ministerio para la compra de los equipos. Una vez adquiridos, el departamento de Darias los pondrá a disposición de las Comunidades Autónomas implicadas, que se harán cargo de la instalación, mantenimiento y gestión: País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, Valencia, Canarias y Madrid.

La protonterapia es una modalidad especial de radioterapia que utiliza protones en lugar de electrones y que, según explican distintas fuentes, permite una liberación más localizada y dirigida de la radiación, de forma que provoca menos daños en tejidos sanos y próximos al tumor sobre el que se está actuando. De ahí que se considere de especial interés para los pacientes denominados 'de larga supervivencia' y, sobre todo, para los niños, porque se minimiza el riesgo de efectos secundarios adversos tras el tratamiento de un cáncer.

Sacyl cifra en 29.000 euros el coste de un tratamiento completo para adultos y en 35.000 el de menores de 18 años. En el caso de Burgos, según información de la Plataforma de Contratación del Sector Público, el año pasado se acordaron tres tratamientos por valor de 71.000 euros (dos de 29.000 y un tercero por 13.000 euros). A estos importes se suman otras cantidades, en función de si es necesario el uso de anestesia. De ahí que para esta información se haya cifrado en 75.000 euros la inversión de Sacyl en 2021 y solo en Burgos en esta terapia.

Varios tumores. El acuerdo a varias bandas firmado el año pasado especifica que el interés en la protonterapia es elevado por lo prometedor de los resultados y que, sin embargo, en toda España no hay ni un solo centro público que la ofrezca y, dentro de los privados, solo dos: uno de Quirón y otro de la Clínica Universidad de Navarra.

Esta última explica en su página web que esta modalidad de radioterapia está indicada para tumores cerebrales (oculares y ubicados en la base del cráneo); de cabeza y cuello; cánceres de huesos y tejidos blandos (sarcomas) espinales y peritoneales; cánceres linfáticos; y, por último, para tumores pediátricos, especialmente cerebrales y de la médula espinal.

A la vez, hay investigación en marcha acerca de su eficacia en otros tumores muy frecuentes como son los de pulmón, mama, hígado, próstata, vejiga y algunos ginecológicos (ovario, cuello del útero, vulva, vagina...).

La implantación de esta terapia en hospitales públicos contribuirá a incrementar su indicación, para que deje de ser tan exclusiva.