El ciberdelito se ha disparado en los últimos años en la provincia de Burgos. La pandemia sólo ha agravado un problema que no solo afecta al usuario medio, también a las empresas. Especialmente a las pymes, que se han convertido en la víctimas favoritas de numerosos piratas informáticos. Uno de ellos, J.A.O. de 53 años, se sentará el próximo mes de febrero en el banquillo de la Audiencia Provincial por 'hackear' un correo electrónico para estafar a una constructora burgalesa 60.600 euros y blanquear ese dinero. El Ministerio Fiscal le pide cuatro años de cárcel.

Según el relato de la acusación pública, en el mes de junio de 2019 una empresa dedicada a la construcción y las excavaciones contrató a una mercantil para el montaje de una pasarela de madera laminada. Para efectuar el pago de estos trabajos, el representante legal de la compañía víctima de la estafa remitió meses después un correo electrónico a la subcontratada solicitando que le mandara un número de cuenta bancaria para poder hacer el ingreso.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)