Repartir en moto, trabajo de riesgo

F.L.D.
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La mayoría de incidentes de tráfico en horario laboral son caídas de ciclomotores, muchas de recaderos de comida rápida

Un repartidor resultó herido hace unos meses en Severo Ochoa. - Foto: Jesús J. Matías

La pandemia no solo ha dado un importante impulso a las empresas de paquetería por el incremento del comercio online. Los servicios de comida a domicilio también están en pleno 'boom'. Es más, lo que antes de la covid-19 estaba prácticamente reservado para restaurantes de comida rápida, ahora hasta los establecimientos 'gourmet' se han apuntado a este modelo de negocio en el que, aparte de la calidad, premia un tiempo de espera limitado. En este sentido, la moto se convierte en el mejor aliado para cumplir con la entrega en tiempo y forma. Y a mayor afluencia de este medio de transporte en las calles, más siniestralidad. 

El pasado año se produjeron en la provincia 107 accidentes laborales de tráfico, 102 se saldaron con heridos leves, tres graves y dos fallecidos (un empleado de la Fundación Lesmes que pereció en la N-623 y un transportista que perdió la vida durante un trayecto a Soria). Un tercio del total de siniestros de circulación durante la jornada laboral lo protagonizaron motoristas, principalmente repartidores de comida, según indican desde la Oficina Territorial del Trabajo de la Junta de Castilla y León. 

Fueron, principalmente, caídas que no derivaron en lesiones de gravedad, apunta el jefe de Seguridad y Salud Laboral, Fernando de la Parte. La causa de los accidentes, añade, está íntimamente ligada al tipo de empleo. «En este modelo de servicios premia más la prisa por entregar a tiempo el pedido que la seguridad. En esas circunstancias, es normal que haya más riesgo de sufrir un siniestro», apunta. Se dan además otros factores, como los meteorológicos. No en vano, muchos repartos se realizan en días de lluvia y nieve, lo que incrementa aún más el peligro. 

Otro tercio de los accidentes de tráfico laborales lo protagonizaron turismos cuyos conductores eran comerciales. En este caso, la prisa, que se traduce en velocidad, juega un papel fundamental, pero también los despistes. Cuestiones que últimamente preocupan en la DGT vistas las recientes campañas realizadas tras la irrupción del coronavirus. Reseñable también, aunque en menor medida que en otras provincias, fue el número de accidentes de furgonetas. Básicamente porque es el medio de transporte que utilizan las empresas de mensajería, claves en el comercio online. Hubo once el pasado año.

El resto de accidentes fueron de camiones y vehículos ligeros, siempre en riesgo al ser trayectos normalmente largos, patinetes y bicicletas. De la Parte puntualiza que los siniestros de medios de movilidad personal son cada vez más habituales en los 'in itinere', es decir, los que se producen al ir o al volver del trabajo.