«En Quintanilla o en Vivar yo voy a ir a votar. Prefiero que haya médico en el pueblo a una urna cada cuatro años». La frase es de Juan Serrano, una de las personas censadas en Vivar de Cid que el próximo 13-F tendrá que desplazarse hasta Quintanilla Vivar si quiere participar en las elecciones autonómicas. No es el portavoz de ningún grupo y únicamente habla a título individual, pero su opinión, en líneas generales, coincide con la de algunos vecinos de Urrez, Riocerezo y Hontomín, pedanías que en los comicios regionales de 2019 contaron con colegio electoral y ahora, al no coincidir con la renovación de los ayuntamientos y juntas vecinales, no. 

La pérdida de servicios, en especial la atención sanitaria primaria, es un asunto más preocupante que el pueblo en el que se ubica la urna para elegir a los procuradores de las Cortes de Castilla y León. Carlos González, empadronado en Riocerezo (entidad local menor de Valle de las Navas), lleva votando «desde las primeras elecciones de la democracia» y asegura que «el lugar  me da exactamente igual». «Si me toca en Riocerezo voy, si es en Rioseras, también. Además, cuando estaba la cantina abierta aprovechaba para tomar algo». En cambio, lamenta «que haya un centro médico en el pueblo que no se está usando desde el inicio de la pandemia». 

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