Tablas para seguir preparando el inicio

J.A.D.C.
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Arandina y Burgos Promesas empatan a dos en un partido abierto en cuanto a alternativas

Medina trata de marcharse en carrera de Juan del Rincón - Foto: Rodrigo León

Empate a dos para Arandina y Burgos Promesas en el tercer test de preparación de los blanquiazules de cara al inicio de liga. Encuentro con viejo sabor añejo entre dos equipos que sin duda ya se conocían bien de antes y que, como era de esperar, supieron desenvolverse de nuevo a la perfección dentro del guión establecido para ellos pese al gran número de cambios incorporados esta temporada en ambos conjuntos.

Duelo de alternativas compartidas sobre el césped, cabe decir, pero de claro dominador también burgalés en la iniciativa del electrónico. Sobre todo, al tener que remar, nuevamente y como ya le ocurriera en su debut ante el Palencia, la Arandina todo el choque a contracorriente tras convertir con éxito los pupilos de Carlos Aguilera su primer acercamiento peligroso a las inmediaciones del área blanquiazul.

Y es que, apenas transcurridos diez minutos de partido, un lanzamiento de falta lateral cogía descentrada a la zaga ribereña y habilitaba a David Mota en el segundo palo para inaugurar, a placer, el marcador. Uno de uno, y sensaciones agridulces para una Arandina que había iniciado bien la contienda repartiendo galones en la medular con el trivote generador formado por Reyes, Vitolo Mario, pero que veía cómo a las primeras de cambio tocaba volver a trabajar para reequilibrar la balanza.

Trataría de hacerlo el equipo de Álex Izquierdo de inmediato y, con un Abdou muy participativo en el lateral zurdo, pero sobre todo un Juan del Rincón generoso en el esfuerzo, lo conseguiría.

Lo haría rondando la media hora de juego y con un balón cruzado que el propio Del Rincón acomodaría a la perfección con el pecho para marcharse de su par y fusilar, de tiro cruzado, a Jorge Jiménez en su salida. 1-1.

Ya tras la reanudación, bajón momentáneo en la intensidad por parte de ambos conjuntos para medir fuerzas y aviso de Zazu, a través de un saque de esquina directo, para tratar de llevar el miedo en el cuerpo a su rival. No resultaría y, con un esférico puesto en largo para montar una contra cidiana a veinte del tiempo reglamentario, sería el propio Burgos Promesas quien volvería a ponerse por delante gracias a un acto de fe de Nacho Heras. 1-2.

Con viento a favor, y apenas cuarto de hora por delante, comenzaría entonces el conjunto de Carlos Aguilera a implantar su dominio sobre el césped. Un escenario con el que los capitalinos se las prometerían muy felices, pero en el que no contarían con la picardía de Ayoub para luchar un balón enredado y, sobre todo, con la habilidad de Pedro Dango para aparecer de la nada y, por velocidad y potencia, plantarse en el área burgalesista y batir de nuevo a Jiménez.

Al final 2-2, y resultado justo para dos equipos que intentaron acumular méritos de ataque en el camino de preparación a sus respectivas competiciones, pero que pagaron caros sus despistes defensivos y de concesión ante rivales que, con potencia de fuego real, supieron materializar los regalos recibidos.