La Historia de la Merindad de Río Ubierna ve la luz

I.P.
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El Centro Arqueológico de Ubierna reabre y suma una nueva sala, la dedicada a la Hermandad de Hijosdalgos

La Historia de la Merindad de Río Ubierna ve la luz - Foto: Alberto Rodrigo

En funcionamiento desde el año 2019, el Centro Arqueológico de Ubierna es un libro abierto en el que se da visibilidad a la historia de la Merindad, desde la Prehistoria a la Edad Contemporánea, un municipio que cuenta con un rico patrimonio arqueológico, no en vano estuvo habitada desde tiempo inmemorial, lo que se traduce en los 24 yacimientos que pueblan su territorio, entre ellos el castro de La Polera, de la Edad del Hierro, entre los siglos IX y I antes de Cristo.

     El Centro se ubica en la segunda planta del edificio municipal y el Ayuntamiento quiere darle un nuevo impulso tras el último año y medio en el que la pandemia le mantuvo cerrado. Ahora se reabre, con nuevos contenidos como es la sala dedicada a albergar el archivo de la Hermandad de Caballeros Hijosdalgos, que una vez refundada en el siglo XX, funciona como una institución cultural de la que forman parte unos 70 miembros, entre ellos los alcaldes de todos los municipios de la Merindad.

     Además, la visita a estas instalaciones se completa con una ruta arqueológica que parte de la ermita de Montesclaros para acabar en el propio castro de La Polera, cuya necrópolis fue excavada parcialmente en los años 80 del siglo pasado, con la recuperación de importantes piezas.

La Historia de la Merindad de Río Ubierna ve la luzLa Historia de la Merindad de Río Ubierna ve la luz - Foto: Alberto Rodrigo

    El Ayuntamiento está comprometido en la divulgación de todo este patrimonio como un recurso dinamizador del municipio, en el que el Centro Arqueológico se convierte en el espacio indispensable para empaparse de la rica historia de la Merindad, explicada a través de paneles, maquetas, reproducciones, ambientaciones, figuras a escala y un audiovisual para introducir a los visitantes en el contexto.

nuevos contenidos. En cuanto a la sala dedicada a la Hermandad de Hijosdalgos, que es única en su género, destaca por su contenido, ya que afortunadamente se conservaban en Ubierna los archivo de la misma, desde que comenzaron a ponerse por escrito en el siglo XVI; así destaca un primer códice de actas de las reuniones que se llevaban a cabo en la ermita de Montesclaros, que fue la sede de la Hermandad, y en cuyo entorno se enterraron muchos miembros de la misma. El libro original está cedido en estos momentos para una exposición en Toledo, de donde regresará próximamente, pero sí puede verse, entre otros muchos documentos, una edición facsímilar del singular libro de actas.