Los establecimientos adheridos a la asociación Centro Burgos han comenzado este martes una semana de descuentos agresivos para liquidar el estocaje de la temporada otoño-invierno y dar cabida a la de primavera-verano. Las ofertas se extenderán hasta el sábado por los distintos ejes comerciales del casco histórico y la zona sur, y la organización realizará un seguimiento para que todos los artículos cumplan con las condiciones que recoge la muestra. «Excedentes y no mercaderías compradas para la ocasión», señala la entidad.

Burgostock celebra así su XVI edición, los últimos años en cada establecimiento en lugar de en un espacio cerrado, si bien en esta ocasión Centro Burgos lamenta que no podrá decorar con sus tradicionales banderolas las farolas de distintas calles. «El Ayuntamiento no apoya la promoción o el medio más adecuado para identificar esta actuación comercial y no ha autorizado la instalación de estos elementos», señala en una nota de prensa, en la que insiste en solo se trata de una semana «después de más de dos años de restricciones que han llevado al límite al sector».

La entidad defiende que siempre ha buscado «los diseños más adecuados para la zona y sus acciones, sin que causen ningún problema en el mobiliario urbano». Asegura que los empresarios «somos los primeros interesados en que esté en buen uso y forma estética» y considera que se trata de un «evidente agravio comparativo» respecto a otras iniciativas.

Los establecimientos participantes en la muestra dedicarán un espacio de sus locales al género que no han podido vender esta temporada, decorando sus escaparates o interiores con la imagen identificativa de Burgostock. La asociación espera una gran participación y recuerda que los artículos se venderán a un «precio por debajo de su coste». Recalca la importancia de sumarse a la iniciativa después de que la crisis sanitaria haya supuesto un «auténtico desastre» para la actividad comercial del centro, «que ha perdido al cliente habitual y también al turista».