El Hereda San Pablo y el Gran Canaria se verán esta noche las caras de nuevo en un encuentro aplazado por culpa de la covid y que poco o nada tendrá que ver con el que enfrentó a ambos equipos en la primera vuelta de la Liga Endesa. Los burgaleses, que se llevaron de Las Palmas la que a la postre fue la única victoria de Maldonado en el banquillo azulón, han cambiado gran parte de su plantilla desde aquel 5 de diciembre y los insulares también han modificado algunas piezas, pero sobre todo han empezado a carburar como equipo. Sin lugar a duda, visitan el Coliseum (20.30 horas) en su mejor momento y, probablemente, también en el mejor momento de los locales.

La confianza de los dos conjuntos es alta después de los últimos resultados y nada tiene ver con la de principios de año, cuando estaba previsto que se jugase el choque. En febrero, Olmos acababa de llegar al banquillo castellano y el proyecto se encontraba en un hoyo del que no había forma de salir. También estaba en caída libre el cuadro de Fisac, que encadenaba una racha de siete derrotas en ocho partidos.

Mucho han cambiado las circunstancias de uno y otro desde entonces. Tanto el San Pablo como el Gran Canaria se han repuesto y encadenan una dinámica de cuatro victorias y dos derrotas en los últimos envites ligueros. El bloque castellano, que viene de arrollar al Zaragoza, quiere aprovechar este partido aplazado para ponerse un triunfo por encima del descenso y dar un nuevo golpe a sus rivales directos por la salvación, que ya han disputado esta jornada. Mejor colocado está el cuadro amarillo, que llega con la moral alta tras vencer el derbi canario ante el Tenerife y aspira a meterse de lleno en la pelea por el play off (...).

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