Unos 7.000 libros de la biblioteca, el fondo machadiano, el legado de la destacada familia de comerciantes del siglo XVI Castro Mújica, una docena de cuadros -la mayoría de artistas burgaleses-, el archivo de bocetos y dibujos de los escultores Martínez Abelenda y Valeriano Martínez, fotografías y piezas únicas como la máscara funeraria de Antonio Machado conforman el fondo que la Institución Fernán González ha ido atesorando desde 1946, cuando se fundó en pleno franquismo.
Desde hace un mes cuenta con cinco óleos más, de Rigoberto González Arce y Felipe de Abajo, donados por la familia de Gonzalo Díez de la Lastra, uno de los 14 académicos fundadores de la que hoy es Real Academia Burgense. Se trata de cinco retratos del propio Díez de la Lastra y de sus hijos que los pintores burgaleses realizaron como encargos.
Rigoberto González Arce firma el cuadro de más valor artístico: el retrato de Isabel Díez de la Lastra, hija del académico, y a la que el pintor describe con mantilla y con un paisaje en el que se distinguen las agujas de la Catedral. A Felipe de Abajo Ontañón pertenecen otro retrato de la misma mujer, el del propio cabeza de familia y el del yerno, Luis Abad Vicente, con uniforme de gala de la marina. El quinto cuadro, otro retrato de Gonzalo Díez de la Lastra, es un pastel sobre papel cuya firma es ilegible.
Han sido los nietos del académico -Gonzalo, María Isabel, Luis y Ana María Abad Díez de la Lastra- los que han donado los cuadros pintados a mediados del siglo pasado, así como una docena de libros de la biblioteca personal de su abuelo.
Belén Castillo, la que fuera conservadora del Museo de Burgos, se ha encargado de analizar y catalogar los lienzos para que pasen a englobar el fondo de la institución y puedan formar parte de la exposición que preparan para conmemorar su 75 cumpleaños. «Queremos mostrar una selección de todo lo que tenemos, con fondos documentales, fotográficos y artísticos. Y entre esas piezas, nos gustaría exhibir estos cuadros para que se conozcan y como un modo de darles la bienvenida oficial», resume el director de la Fernán González, José Manuel López Gómez.
La exposición la realizarán en el Consulado del Mar en el mes de febrero, que es la fecha que coincide con su aniversario, y estará comisariada por los académicos Pepe Carazo e Ignacio Ruiz Vélez.
Cuando la muestra se clausure los cuadros no podrán permanecer colgados porque la sede de la institución no está para muchos trotes. «Necesitamos un espacio amplio y digno», insiste el director de la academia, a sabiendas de que es una petición que no está siendo escuchada, como tampoco se prevé que las obras para hacer accesible el edificio donde tienen la sede, en el Consulado del Mar de la Diputación, vayan a acometerse pronto.
Condicionados como todos por la pandemia, están centrando sus esfuerzos en actividades con menos riesgo de ser canceladas. Por eso también han previsto publicar tres libros, que siempre quedan, se puedan presentar o no: uno sobre la historia de la institución;otro sobre las aportaciones de los académicos a la historia de la Catedral, y un tercero con acuarelas de Pepe Carazo dedicadas al templo gótico.