El hielo acaba con casi toda la cereza en Caderechas

S.F.L.
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Los fruticultores del Valle dan por perdida el cien por cien de la cosecha a excepción de los de Herrera, que confían en recolectar el 20% de la producción. Las bajas temperaturas queman la flor de la reineta

El hielo acaba con casi toda la cereza en Caderechas - Foto: S.F.L.

A pesar de las buenas previsiones que los productores de Caderechas tenían en la campaña de la cereza de este año, los descensos de las temperaturas hasta alcanzar incluso los -7 grados durante la etapa de la floración han dañado el cien por cien de la cosecha en todo el Valle, a excepción de la localidad de Herrera, donde se ha salvado algún árbol. Durante la última semana los días han amanecido soleados pero muy fríos y el hielo ha continuado dañando las pocas flores que resistieron. También ha golpeado con fuerza en los manzanos, que aunque «todavía es pronto para sacar conclusiones, todo apunta que la cosecha también se ha resentido», expone Juan José Gandía, presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes.

La helada que azotó al territorio durante la noche del domingo acabó de arrasar las pocas cerezas que se habían salvado en pueblos como Salas de Bureba, Bentretea o Cantabrana y afectó considerablemente a los árboles de Herrera, que en alguna finca habían logrado sobrevivir al frío. El hecho de que la floración en la zona más elevada del Valle se retrase unos días respecto a las más bajas juega a favor de los fruticultores, que este año calculan que recogerán «como mucho el 20% de toda la cosecha». José Antonio Martínez asegura que «no hay que confiar» en las flores blancas que actualmente cubren algunos de los cerezos porque «aunque estas presenten un estado sano, en su interior esconden un fruto negro totalmente quemado». No obstante, conserva la esperanza de poder comer alguna cereza este verano «siempre y cuando no se registren más heladas», aclara.

Los hermanos Román y Germán Ayus, de Salas, no sacarán las escaleras del pabellón. Contemplan con impotencia la situación de sus fincas, en las que pocas horas pasarán en junio, julio y agosto. «Es duro pero nos hemos hecho a la idea de que no hay campaña para nosotros. No recolectaremos ni una sola cereza pero esperemos que el clima respete la manzana reineta», declaran. 

En una campaña normal, Caderechas llega a producir 200.000 kilos de cereza con Marca de Garantía, y en una buena hasta 500.000. Las cifras de la actual todavía pueden variar, ya que si los termómetros descienden por debajo de los 2 grados bajo cero arrasará la producción al completo.

Las pérdidas económicas que barajan los productores como consecuencia del desastre natural «serán muy elevadas, teniendo en cuenta que aquí hay personas que se dedican exclusivamente a los frutales», añade Germán. A ello hay que añadir los pocos turistas que se han acercado al Valle a disfrutar de una floración solo visible en algunas partes de las zonas altas. Respecto a si se celebrará la Feria de la Cereza en julio, aún no se han tomado decisiones.