La Ferrería de Huerta, a la espera de nuevo dueño

B.A. / Huerta de Abajo
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Abierto hace 15 años por María del Carmen Salas y Ricardo Hernaiz, este bar restaurante cerrará el 25 de septiembre. Ella se jubila y vende un negocio referente en la Demanda

La vista panorámica desde la terraza de este conocido, y reconocido, establecimiento son espectaculares. - Foto: f2estudio

El boca a boca de nuestros días, en el caso de los restaurantes las reseñas que los clientes escriben en internet, alaban su excelente comida casera, su trato cercano y amable o las impresionantes vistas que ofrece al valle. Ahora, La Ferrería de Huerta de Abajo, que ha conseguido convertirse en 15 años en un referente de la hostelería en la comarca de la Demanda a base del esfuerzo de sus dueños, puede tener los días contados. María del Carmen Salas, su propietaria, se jubila, y el negocio está a la venta. «Estará abierto hasta el 25 de septiembre, ese será el último día», comenta Ricardo Hernaiz, marido de María del Carmen, que confiesa que de momento no hay personas interesadas en adquirirlo. «Me daría mucha pena que se cerrara porque un pueblo sin bar se acaba muriendo», lamenta el hombre. 

Precisamente fue ese motivo lo que hace unos años les llevó a ambos a dejar su vida en Burgos y a regresar a su pueblo para invertir en un bar restaurante. «Iba a cerrar el único que había. Nos reunimos varias personas en el ayuntamiento y mi mujer dijo que a ella no la importaba dar el paso para que siguiera habiendo este servicio», así explica Ricardo el nacimiento de La Ferrería. María del Carmen se pidió una excedencia de su trabajo como auxiliar de enfermería en el Hospital General Yagüe y dio unos cursos para formarse. «Los tres primeros años estuvo ella sola, yo seguía en Burgos, con mi trabajo en una fábrica y mis hijas, aunque los fines de semana la ayudábamos, pero tuve que dejarlo para venir con ella porque  había mucho trabajo, era exagerado». 

La Ferrería abrió sus puertas en el 2007 y supuso un auténtico boom en la comarca. Ocupa un bonito edificio de nueva construcción, rodeado de un gran jardín y con grandes ventanales y terrazas que ofrecen unas vistas que te sumergen de lleno en el valle. Cuenta con un amplio comedor, zona de bar y un sótano con dos baños que hace de almacén y que ofrece muchas posibilidades, como la de convertirlo en vivienda. María del Carmen y Ricardo, ya cansados de llevar un negocio al que han dedicado cuerpo y alma durante 15 años y con ganas de disfrutar de una familia que ha ido creciendo, lo venden por 320.000 euros. 

«Está demostrado que el negocio funciona, que se puede vivir de él, pero también hay que tener ganas de trabajar», explica Ricardo, consciente de lo sacrificado y esclavo que es este sector, pero de la posibilidad de empleo que puede suponer para alguien que esté sin trabajo. La Ferrería es el único bar del pueblo, pero también el único restaurante de la comarca y de la parte alta de la Sierra de la Demanda, donde hay turismo y sobre todo caza. «Desde octubre hasta febrero se pueden dar entre 50 y 60 comidas los fines de semana a las personas que vienen a cazar, y entre semana siempre hay alguien, además del verano, que se trabaja muy bien», relata el hombre, que recuerda que en épocas han dado de comer hasta las 4 ó las 5 de la tarde e incluso cenas a la 1 de la madrugada. Manitas de cerdo, ?carrillada o rabo de toro son algunos de sus platos más deseados. «Hay gente que venía hasta con tupers para llevárselo. Mi mujer y mi hija hacen absolutamente todo casero», cuenta. 

Satisfechos. Echando la vista atrás, Ricardo recuerda que les tildaron de locos por dejar sus empleos fijos en Burgos y realizar una gran inversión en un nuevo negocio de hostelería. «Pero no nos arrepentimos de haberlo hecho», puntualiza el hombre, que ha contado también con el apoyo fundamental de sus dos hijas y de otros miembros de la familia para poder dar abasto y sacar adelante el trabajo, duro en muchos momentos. Ahora les llega otra etapa, muy deseada. Un anhelo que se mezcla con la esperanza de que aparezca alguien que mantenga abiertas las puertas de La Ferrería.