La inflación frena la apertura de una residencia en Briviesca

S.F.L.
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El promotor, Jesús Serna, declara no poder afrontar a día de hoy los gastos y esperará a que la situación económica se estabilice para arrancar el negocio

La residencia Reyna Amalia clausuró en marzo de 2021 y 19 usuarios tuvieron que trasladarse a otros centros. - Foto: S.F.L.

«Un IPC disparado y el incrementos de los precios de la energía ha repercutido en que la reapertura de las antiguas instalaciones de la residencia Reyna Amalia de Briviesca tenga que esperar unos meses». Así de claro se ha mostrado el gerente de la empresa alicantina Segersad Peninsular, que a principios de 2022 alquiló los dos edificios del centro para mayores para ponerlos de nuevo en funcionamiento en verano, después de permanecer más de un año clausurado. 

Sin embargo, como a otros muchos empresarios, la inflación le ha jugado una mala pasada y aunque asegura que no ha aparcado el proyecto, sí que lo mantiene parado «hasta que la situación económica se estabilice». Ante la constante subida de costes y el precio del gas, el promotor optó por esperar. «Una residencia tiene un consumo de energía bestial y no teníamos previstos estos gastos extra. Nos pilló de sorpresa pero hemos valorado retomar la reforma el mes que viene», aclara.  

Los trabajos de mejora que comenzaron antes de verano se alargaron más de la cuenta y calcularon que la residencia no funcionaría hasta mediados de julio. Por aquel entonces, Serna se encontraba en plena búsqueda de personal y ya conocían el nombre de la directora de las instalaciones, que incluso empezó a trabajar en su organización y funcionamiento. Sin embargo, semanas después, todo dio un giro inesperado que mantiene al empresario en vilo.

Las inscripciones en el centro, que pasará a denominarse Santa Casilda, habían comenzado y el interés de vecinos y familias de ancianos de otras localidades de la provincia en reservar una plaza hacía pensar que habría la «suficiente demanda como para mantener ambos locales operativos». La empresa confía en que pronto puedan anunciar que las puertas del centro abren pese a que continúa manteniendo la idea de que en un principio solo funcionará el más amplio, que cuenta con espacio para 36 usuarios, y la apertura del segundo, de 24 plazas, dependerá de la ocupación de la primera fase. 

Algunos de los familiares que no han trasladado a sus mayores a otras residencias de la provincia porque confiaban en la puesta en marcha de esta expresan su descontento. «La situación en casa comienza a ser insostenible y necesitamos con urgencia ingresar a mi familiar. Me quedaría más tranquila si se quedase aquí, pero el tiempo corre en nuestra contra», declara una vecina. «Nosotros solicitamos información para presentar la solicitud pero nunca llegamos a conocer el interior de los dos edificios», afirma otro. 

La fecha de inauguración aún es un misterio pero desde la empresa aseguran que esperan que funcione en «la mayor brevedad posible». A pesar de proceder de Alicante, la esta ya tiene presencia en Castilla y León, concretamente en dos centros para mayores ubicados en Palencia. En el momento que inicien las labores para acabar de acondicionar el interior, previsiblemente en el mes de noviembre- también reanudarán la búsqueda de personal cualificado, como auxiliares de enfermería, gerocultores, enfermeros y fisioterapeutas. Desde Segersad Peninsular calculan que generarán en torno a 20 puestos de trabajo directo en caso de que se completen las plazas, aunque para arrancar requerirán el servicio de una decena aproximadamente.

El inesperado cierre de Reyna Amalia sorprendió tanto a los ancianos, a sus seres queridos como a los propios empleados, y 19 usuarios tuvieron que ser trasladados a otras instalaciones y 12 personas perdieron su empleo. Desde entonces, la ciudad de Briviesca tan solo dispone de la residencia La Milagrosa operativa pero sin plazas disponibles, por lo que las personas que necesiten unos cuidados especiales no tendrán otro remedio que inscribirse en otros centros de la provincia. 

La concejala de Bienestar Social, Casilda Martínez, afirma que mantuvo una conversación con los promotores cuando expusieron el proyecto pero que desde entonces desconoce los pasos que han dado.