Ni siquiera el agua acumulada en el mes de diciembre oculta las cifras relacionadas con la lluvia que dejó 2022 en Burgos. La capital dejó atrás un año seco, tal y como comprobaron los ciudadanos en su día a día y como confirma la información de precipitación mensual recopilada por la estación meteorológica de Villafría.

La Delegación en Castilla y León de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) conoce al detalle la evolución de una situación compleja que también tiene su efecto en los dos embalses de la provincia. Y es que a 27 de diciembre se habían anotado 400 litros por metro cuadrado, muy lejos de los 546,3 de los valores de referencia correspondientes al trentenio comprendido entre 1991y 2020. 

De los 12 meses de 2022, solo marzo y diciembre alcanzan la catalogación de 'húmedos' al superar la media. El comienzo de la primavera dio un pequeño respiro después de un comienzo de año muy seco. Los 64,6 litros por metro cuadrado registrados en marzo (55,9 es su media habitual), contrastan con los 12,8 y los 7,6 litros m/2 recogidos en enero y febrero, respectivamente.

En el invierno cayó un 24% del agua habitual en ese periodo, un dato que prolongó su impacto negativo a medida que avanzaron las semanas. La mencionada excepción de marzo tuvo algo de continuidad en abril, cuando se registraron cifras acordes a la normalidad con 66 litros por metro cuadrado.De hecho, el 22 de abril fue el día más lluvioso del año en la ciudad de Burgos al alcanzar los 23,6 litros por metro cuadrado.

A medida que 2022 se acercaba al verano, la sequía mostró su cara más cruel. Ya el mes de mayo ofreció cifras preocupantes después de llover menos de la mitad de lo habitual (23,4 litros), pero lo peor estaba por llegar.

Entre junio, julio y septiembre se acumularon 9,6 litros por metro cuadrado, un 90% menos de la media histórica. En el caso de los dos últimos (1,2 y 3,4 litros), se trata de dos meses extremadamente secos. Como muestra, solo el 29 de agosto llovió cinco veces más que en todo julio (6,8).

Último trimestre en positivo. La situación entonces era crítica y solo el regreso a los valores normales anotado en el último tramo del año rompió esa tendencia negativa. Octubre protagonizó un pequeño arreón para acercarse a su horquilla, noviembre la clavó y diciembre cerró 2022 con una pequeña alegría con las lluvias acumuladas, sobre todo, después del puente de la Inmaculada.

Fue un alivio, puesto que los 76 litros por metro cuadrado recogidos hasta el 27 de diciembre superaron con creces la media de 57,4 del último mes. En total, fueron 145 los días en los que se registraron precipitaciones durante el año en la ciudad de Burgos.