Aunque aún quedan más de tres meses y medio para su celebración, que tendrá lugar del 8 al 10 de junio en convocatoria ordinaria, la maquinaria para organizar la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad ya se ha activado (EBAU). El Vicerrectorado de Estudiantes ha mantenido contactos con los decanos de los distintos centros para estudiar la reserva de espacios disponibles en los que se desarrollarán los exámenes. Inicialmente, se prevé el mantenimiento de las siete sedes del curso pasado, salvo que los protocolos de seguridad de las autoridades sanitarias dispongan lo contraria y pueda así reducirse su número, según explica la responsable de este departamento, Verónica Calderón. 

De no cambiar la situación, la prueba se realizará en la Escuela Politécnica Superior de la Milanera y las facultades de Económicas y Ciencias (esta última podría cambiarse por Derecho), además de en la Escuela de Artes. En cuanto a la provincia, continuará acogiendo la antigua selectividad el instituto Castella Vetula de Medina de Pomar, así como el Cardenal Sandoval y Rojas en Aranda de Duero y el Fray Pedro de Urbina de Miranda.

La determinación de espacios a habilitar dependerá también del número de alumnos que se matriculen en la prueba. El curso pasado fueron 1.672 en la convocatoria ordinaria, a los que se sumaron 188 de la extraordinaria, que desde hace cuatro años tiene lugar en julio en lugar de septiembre y en este ejercicio académico será del 6 al 8. El plazo para matricularse en la prueba será del 1 al 3 de junio.

En cuanto al desarrollo de la misma, Calderón asegura que se mantienen los mismos criterios que la anterior, incluyendo el aumento de la optatividad que permite a los preuniversitarios alternar las preguntas de los distintos bloques en lugar de tener que elegir uno cerrado. Esta posibilidad se implantó en el curso 2019-2020 con motivo de la pandemia debido a la suspensión de la presencialidad.

El modelo actual de la EBAU se mantendrá hasta 2024, si bien el Ministerio de Educación y Formación Profesional trabaja en uno nuevo sobre el que, según Calderón, se conocen pocos detalles, salvo el de primar las competencias pero que «están unidas a los contenidos». Considera que es necesario esperar a tener una información más precisa y un texto definitivo en el que se recojan aspectos como «posibles cambios de itinerarios y de asignaturas optativas».

Contenidos. Al margen de lo que finalmente se apruebe, la vicerrectora de Estudiantes aboga por una selectividad «unificada» tanto en los contenidos de aprendizaje que se tienen que estudiar en todas las comunidades autónomas, como en los exámenes a realizar o en los criterios de evaluación que deben aplicarse. La modificación de la prueba de acceso a la universidad lleva tiempo encima de la mesa. De hecho, la Consejería de Educación siempre se ha mostrado a favor de una prueba «única» en todo el territorio nacional que permita garantizar la igualdad de oportunidades entre el alumnado.