Planes de rehabilitación para el 5 de Alonso Martínez

H. JIMÉNEZ
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Un grupo inversor compra el edificio que lleva años apuntalado tras el desalojo del bar del bajo y tratará de desarrollarlo al mismo tiempo que la esquina opuesta, también en ruinas, donde proyectan viviendas y un hotel

Panorámica de la plaza Alonso Martínez, con el número 2 a la izquierda de la imagen y el 5 a la derecha. - Foto: VALDIVIELSO

La plaza de Alonso Martínez, la que preside el palacio de Capitanía, lleva años ofreciendo a burgaleses y turistas una imagen lamentable. Primero fue el número 2, el de la esquina con Avellanos, el que se fue desmoronando y acabó apuntalado. Después el número 5, en la intersección con la calle Trinidad, entró en problemas hace casi tres años. El bar que ocupaba el local de la planta baja, el histórico 'Cuatro Torres' que en los últimos años se llamó 'Donde Alberto', tuvo que ser clausurado previa intervención de los bomberos y el edificio sigue así, sujeto con un enorme andamio.

Toda esta situación de parálisis y ruina progresiva está a punto de dar un giro de la mano de dos empresas de inversión inmobiliaria, diferentes pero con vínculos de propiedad entre ellas, que han adquirido ambos inmuebles y que podría desarrollarlos de forma simultánea. Hace tres meses este periódico ya avanzó que se proyectaban viviendas y un hotel en el número 2. Ahora el lavado de cara de la plaza puede ser completo, pues después de años de conflictos el número 5 ya es de un mismo propietario.

Su pretensión es reconstruirlo para albergar un local en planta baja y viviendas de más de 100 metros cuadrados en sus tres pisos superiores. El proyecto de demolición y reconstrucción, acompañado del proyecto básico, se está ultimando para presentar en los próximos días ante el Ayuntamiento de Burgos. El objetivo es llevar a cabo la demolición "porque está en ruinas", explican fuentes de los nuevos propietarios, pero habrá que reproducir de nuevo las fachadas existentes porque se trata de un edificio protegido por la normativa urbanística al amparo del Plan Especial del Centro Histórico.

Serán los proyectos que se entreguen ante el Consistorio los que concreten los detalles, pero los promotores avanzan que se ejecutarían de nuevo las ventanas y galerías que miran al sur en Alonso Martínez, así como los vanos que se orientan hacia el parque del doctor Vara.

Más novedosa sería la solución para la enorme medianera situada justo frente al palacio de Capitanía, surgida por un curioso avatar urbanístico tras la demolición parcial del inmueble, y para la que baraja una fórmula de muro cortina con acabado cerámico, apertura de nuevos huecos de iluminación y cuarterones.

A la espera de la tramitación de los proyectos que próximamente se presentarán ante el Ayuntamiento, el objetivo de los inversores sería desarrollar de forma simultánea las promociones de los dos extremos de la plaza. Para ello tendrían que colocar una grúa en el patio interior que comparten ambas parcelas (y que también pertenece a los edificios 3 y 4, rehabilitados hace unos pocos años y convertidos en viviendas de lujo). Compartir esa grúa habría más viable y más ágil la edificación.

En cualquier caso, siguen sin cerrarse los planes para la esquina que se asoma a Avellanos. Los proyectos para la construcción de viviendas están esbozados, pero también existe la posibilidad de convertirlo, total o parcialmente, en un aparthotel. La decisión depende de la viabilidad que se encuentre para una u otra fórmula, tras concretar detalles con un par de grupos hoteleros que se han interesado y sondeando también las posibilidades del mercado inmobiliario.

Nuevo espacio público. En este caso fue la promotora Fumbur884, formada por casi medio centenar de socios inversores burgaleses y con un capital de 2,4 millones de euros, la que adquirió a finales del verano pasado un solar que se extiende en su parte trasera hacia un patio interior, orientado a su vez hacia la calle Trinas. Según el catastro, la parcela completa tiene una superficie de 680 metros cuadrados y el Plan General de Ordenación Urbana permite levantar cuatro alturas en la parte que mira a Alonso Martínez y cinco hacia el interior.

En el patio trasero, además, se ubicaría el garaje común a toda la manzana y se generará un nuevo espacio de titularidad privada pero de uso público. Es un entorno pegado a la antigua muralla de la ciudad y precisamente junto al polémico cenador, ya retirado por orden municipal, que fue objeto de disputa hace varios veranos cuando uno de los vecinos del edificio central de la plaza instaló elementos metálicos y de cristal en uno de los cubos del lienzo.

Cuando se hayan ejecutado, los proyectos de transformación para este solar habrán logrado cambiar la tendencia de un rincón del centro que caminaba hacia el abandono y que de esta forma se revitalizaría demográfica y económicamente.