«Cada vez que se cae una casa perdemos nuestra historia»

ARSENIO BESGA / Miranda
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ENTREVISTA | 22 mirandeses han formado una asociación para «rehabitar» el Casco Viejo y su presidente avanza que trabajan en que las ayudas europeas lleguen hasta 350 vecinos. Además, asegura que han «encauzado» un plan de promoción de vivienda nueva

José Antonio de Juana, presidente de la Asociación Renacimiento del centro histórico de Miranda de Ebro. - Foto: Jesús J. Matías

Renacimiento del Centro Histórico, la nueva asociación de la ciudad del Ebro, ha iniciado su camino con fuerza. Sus  integrantes trabajan a un ritmo vertiginoso para que los vecinos del Casco Viejo puedan reformar sus hogares con ayudas europeas y ganar calidad de vida. Eso sí, ese solo es el objetivo inmediato. El presidente del colectivo, José Antonio de Juana, avanza que «hay que hacer un programa por etapas» para «rehabitar» el barrio y evitar que se sigan «cayendo» las casas, vaciando las «parcelas» y, en definitiva, borrando «la historia de Miranda».

¿Cómo nace la asociación?

Por comentarios de la calle, en los que todos escuchamos que la Parte Vieja va decayendo. Eso se junta con la aparición de los fondos europeos y creemos que se deben aprovechar. Entonces, es un incentivo para hacer más cosas. Aprovechando que los fondos cubren la rehabilitación de edificios, decidimos crear una serie de grupos de gente diversa para retomar esa ilusión. Hicimos unos estatutos y tenemos claro que si no se viene a vivir a la Parte Vieja, no se puede rehabilitar. Estamos intentando eliminar la palabra rehabilitar y sustituirla por rehabitar. La idea es volver a habitar la Parte Vieja y que quienes viven ya aquí puedan hacerlo en mejores condiciones.

¿Qué perfiles tienen esos grupos?

Los estatutos los firmamos unos 16 y estamos en torno a 22 personas. Estamos tres arquitectos, un historiador titulado y otro aficionado, un arqueólogo, varios de comisiones de eventos, otros dos de restauración, también hay de sanidad y personas con experiencia en este barrio, que es algo que vale mucho. Además, tenemos una parte empresarial e inmobiliarios, de construcción, de obra civil y de restauración.  En definitiva, es un crisol de profesiones, porque tenemos hasta un sacerdote.

¿Cómo les ha acogido la ciudad en este tiempo que llevan activos? 

José Antonio de Juana, presidente de la Asociación Renacimiento del centro histórico de Miranda de Ebro.José Antonio de Juana, presidente de la Asociación Renacimiento del centro histórico de Miranda de Ebro. - Foto: Jesús J. MatíasEn diciembre tuvimos un punto de inflexión y empezamos a buscar financiación para abrir la oficina. Ahí fuimos más públicos y metimos una marcha más. Después, las sensaciones de la gente son buenas porque todo el mundo veía una necesidad. Por otra parte, hay gente escéptica porque creen que igual no somos capaces de hacer nada, porque en 50 años no se ha hecho nada que genere verdadera ilusión, al margen del Apolo y del Castillo.

Ahora estamos más seguros de lo que estamos haciendo porque no solo tenemos los apoyos individuales, también podríamos apostar por la promoción de viviendas, que es algo que tenemos encauzado. Nos falta el trabajo de la administración, pero el Ayuntamiento es más lento que nosotros. Queríamos firmar el convenio y avanzar con otras cosas, pero tendremos que avanzar ya porque no podemos pararnos.

¿Cuántos socios suman ya?

Hemos superado los 100 y estamos contentos. Es un momento en el que la gente está cogiendo confianza. Muchos están a la espera, a la expectativa. El 16 de marzo estamos preparando un evento en el Teatro Apolo. El objetivo es informar sobre el barrio, contando con gente que lo conoce y que está dispuesta a recuperarlo y con gente muy preparada a nivel nacional.

La idea es volver a habitar la Parte Vieja y que se pueda vivir en mejores condiciones» 

¿Han captado también empresas?

Es parte del trabajo que estamos haciendo ahora. Hasta el momento, han sido patrocinadores que no hemos buscado, sino socios o quienes han querido ayudar por sí mismos. Tenemos varias líneas de trabajo y esa es una de ellas, además, no estamos cerrados a nada, porque hay empresas que pueden ser sponsors sin necesidad de financiación. Por ejemplo, una empresa del sector de la pintura que proponga el color que debe tener la Parte Vieja.

Estamos iniciando tanto el proyecto de la obra nueva como la captación de las empresas. Ahora estamos en ese punto. Pero los socios interesan mucho, porque es sumar respaldo para acudir a la administración. Tiene que verse el clamor social de que hay una necesidad que resolver. Es algo que ha encajado  bien, porque era una demanda general. ¿Quién tenía que hacerlo?Por lo visto, igual era un colectivo porque es más ágil y recibe más apoyos.

El plazo para presentar los proyectos de rehabilitación es muy ajustado. ¿Hay tiempo suficiente?

El 30 de junio termina el plazo de la solicitud, por eso estamos trabajando de una forma muy activa. Para ese día hay que tener el libro del edificio y el proyecto, pero eso no quiere decir que se acabe ese día. Pueden aparecer otras ayudas y además desde el 30 de junio se paralizará todo durante un año. No sabemos qué va a pasar, pero sabemos que tenemos que aprovechar esto. 

¿Cuántas viviendas pueden recibir estas ayudas?

En total hay 900, pero eso incluye también una parte del otro margen del río y en Aquende hay en torno a 500. Pero en nuestra preselección hay unas 350 con garantías, en las que hay unas 100 del Matadero.

¿Qué ha ocurrido con la administración para llegar a este punto?

El ARCH fue una ayuda fuerte para 450 viviendas y la intención era ayudar a la reconstrucción de la estructura de los edificios. Lo que pasaba con esas ayudas era que penalizaban en la declaración de la renta y eso mucha gente no lo sabía. Ahora, en cambio, no ocurre esto. De todas formas, nosotros no entramos en lo que no se ha hecho. No tenemos ninguna orientación política, somos ciudadanos. Solo queremos construir. Siempre hemos escuchado que «hay que hacer» y nos hemos juntado para hacerlo.

Al margen de lo que no se ha hecho, el tema del ocio nocturno hizo mucho daño, porque provocó una desbandada. Además, se ha quedado como un barrio que no es atractivo para vivir y se trata de que vuelva la gente que se fue. Podemos arreglar la antigua iglesia de San Juan o cualquier actuación, pero si no vienen vecinos el barrio seguirá cayéndose. Además hay que ver qué hacemos con los bajos, porque pueden venir asociaciones o administraciones. Por ejemplo, la oficina de empleo está en un edificio precioso, pero nos preguntamos por qué no se rehabilitó uno de los que hay aquí. También nos ha sorprendido que la Junta haya escogido la avenida Europa para construir viviendas sociales. Me parece algo precipitado, porque si aquí vienen 15 familias nuevas es una auténtica bomba.

Tenemos encauzada la promoción de viviendas, pero el Ayuntamiento es más lento» 

Las ayudas están ligadas a la eficiencia energética, pero en el Casco Viejo hay muchas viviendas que necesitan una remodelación estructural. ¿Ese grupo es susceptible de entrar en esas reformas?

El coste está muy aquilatado para cubrir la demanda de eficiencia energética, pero si sobrara dinero se podría utilizar para otras cosas de rehabilitación. Aun así, lo cierto es que en muchos casos hay que rehabilitar las cubiertas y en una rehabilitación de eficiencia energética se incluye parcialmente el cambio de la cubierta. El aislamiento igual cubre una parte de la inversión, aunque a nivel estructural se supone que el ARCH cubrió esta parte.

¿Qué coste tendría la reforma de esas 350 viviendas?

Teníamos la idea de que se tramitara con ayudas para el barrio completo porque son más altas, pero el Ayuntamiento nos transmitió que la Junta les dijo que como habían recibido ayudas antes no podían hacerlo en este y, además, ahora van a limitar estas ayudas a un barrio por ciudad. A Miranda le han dado elARU Ebro-Entrevías, entonces, no hay más opción, pero nosotros vamos a seguir intentándolo. Se lo dijimos al Ayuntamiento y nos apoya, si sale la opción, lo haremos. Ahora estamos mirando si podemos delimitar algún área y, entonces, tendremos que calcular el presupuesto conjunto. Por ahora nos han dicho todos que no, pero seguiremos en ello y mientras tanto estamos trabajando en la ayuda por cada vivienda. El máximo por cada una es de 18.000 euros y estamos trabajando para alcanzar el 60% de ahorro para que las ayudas cubran el 80% del gasto.

Hemos hablado mucho sobre vivienda, ¿por dónde empezamos con el patrimonio?

La prioridad fundamental es la antigua iglesia San Juan, que ya no es iglesia porque está desacralizada y tiene añadidos una serie de edificios desde hace 200 años. Hay que recuperar esa historia y la de todo Miranda. Nuestra propuesta es que no se intervenga sin saber lo que hay. Primero debemos conocer qué hay, recoger la documentación que está dispersa, hacer un archivo público, hacer una prospección arqueológica de todo el entorno y, a continuación, consolidar lo que hay. Después debería decidirse qué hacer.

Y tras ello, ¿qué le gustaría que se hiciera con la antigua iglesia?

Eso. La pelota está en el aire. Todos buscan un proyecto mágico y un presupuesto. Es como una utopía que da vueltas. Hay propuestas de todo tipo, como en el Espacio Temático del Plan Estratégico o hacer una discoteca, que están muy bien, pero nadie lo cuantifica y nadie está dispuesto a poner el dinero. Hay que darle un uso que dé dinero como para seguir manteniéndolo. Nosotros proponemos, con los pies en la tierra, hacer un estudio, una prospección y una consolidación para que no se caiga lo que hay. Y, a partir de ahí, trabajar. Esta propuesta no es mucho dinero, pero es mejor ir poco a poco.

El objetivo tiene que ser consolidar lo que se tiene con el conocimiento histórico y físico. Como asociación, nos gustaría que se den los pasos para rehabilitarlo, pero es un error proponer una intervención sin conocerlo. No se puede decir que es el sitio ideal para un proyecto, porque no se conoce lo que hay.

Mencionaba el Espacio Temático y el Plan Estratégico. ¿Han hablado ya con Miranda Empresas?

No hemos llegado a hablar, estamos a la espera porque igual les invitamos al acto del día 16. Pero nosotros no entramos en ningún Plan Estratégico, no es nuestro objetivo. Nosotros hacemos actividades concretas, pero tenemos que hablar. De hecho, ya hemos hablado con la Universidad de la Experiencia o con la Asociación de Amigos del Castillo, y se pueden hacer cosas comunes. Pero nosotros bastante carga tenemos, porque estamos con algo muy concreto, este barrio, y no pensamos en entrar en otras cosas.

Hay 350 casas con garantías de recibir ayudas» 

¿El valor del Casco Viejo es cultural, artístico o histórico?

El valor es histórico. No sé si tiene valor cultural ni artístico, igual más que otras zonas, pero no creo que sea lo relevante. Lo importante es que sería inaceptable que se perdiera la historia de Miranda, porque es lo que vale, no se puede ni tergiversar ni perder, y la historia de Miranda es este barrio. Igual ocurre con la antigua iglesia, porque si se pierden esas cosas nos quedamos sin historia. Cada vez que se cae una casa y queda vacía una parcela estamos perdiendo nuestra historia y eso es lo que hay que recuperar.

Su propuesta también incluye recuperar el paseo del río. ¿En qué consiste esa proyecto?

La ciudad está con el río y, al margen de la intervención de la Confederación, no ha habido una integración en la ciudad. Tenemos que estudiar cómo se vuelca esto hacia el río y que sirva para ir a la otra parte de la ciudad. En principio, los caminos están hechos. Ir desde este barrio hasta Anduva es fácil, pero no hay un puente peatonal. Debemos hacer del río una calle más, que no sea un talud metido abajo. Trae problemas como las inundaciones, pero parece que habrá menos porque es la idea que se tiene.

¿Cómo es su plan de peatonalización?

Habría que dejar el transporte público, pero debe ser una peatonalización casi total. Este barrio estaba aquí antes que otros sitios y no está preparado para el tráfico que soporta. Eso es una consecuencia del crecimiento de la ciudad y de El Crucero, pero no debe arreglarse una cosa a costa de la otra. Esto estaba antes y tenía su vida. Puede ser una buena idea ir probando un cierre parcial de dos días a la semana, con actividades para niños y empezar a crear actividades que generen vida en las calles y en el barrio. Eso no puede darse sin quitar el tráfico.

Pero también hay que dar una alternativa a la gente, que sería ir por la N-I hasta El Crucero o por Bardauri, que ya tiene una carretera y solo hay que ponerla en marcha con una ampliación para poder ir cómodamente.

¿Cuándo se podría hacer realidad todo este proyecto?

El primer objetivo es la rehabilitación y, aunque haya fechas marcadas para este año, debe seguir hasta 2026. Luego, el tema de los solares, ojalá pudiéramos conseguir este año que el Ayuntamiento recuperara solares para poderlos transmitir a quien se lo pida para construir viviendas. Eso sería un año muy bueno y son los objetivos inmediatos. El tema de la iglesia es amplio, pero antes de hacer nada hay que alcanzar acuerdos con los propietarios y también se podría ir avanzando con el estudio. Esa parte igual para verano ya se puede haber tratado, al menos, en sus primeros pasos. Hay que hacer un programa por etapas en la Parte Vieja, pero para eso es importante dedicar tiempo y recursos.

La propuesta en la antigua iglesia de San Juan es no intervenir sin saber lo que hay»

¿Le han transmitido al Ayuntamiento el proyecto de la recuperación de solares? ¿Qué respuesta han tenido?

La primera vez fue un rechazo total, dijeron que era imposible y no podían hacerlo. La segunda dijeron que tenían que verlo, que tal vez había formas de hacerlo. Ahora estamos esperando para firmar el convenio y, a continuación, darles un informe sobre qué proponemos y qué se podría hacer con los solares. El momento es ahora, si no, no funcionará. Y a la larga, hay posibilidades de que funcione a través de inversores, de asociaciones o por el impulso social. Por cualquiera de esas vías, va a salir. Somos optimistas.