Los contribuyentes burgaleses van a pagar este año una media de 198 euros más cuando les cumplimentar la Declaración de la Renta. La culpa no la tiene la determinación explícita del Gobierno de subir el impuesto, sino la inflación desbocada con la que se cerró el curso, fijada en el 6,5%.
Este alza tributario, a todas luces encubierto, se produce al no aplicar el Ministerio de Hacienda la deflactación de las tarifas del IRPF en función del IPC ni la indexación de otros elementos. En otras palabras, el Gobierno ha decidido no adecuar los umbrales de renta actuales en función del incremento de los precios del 2021 para mantener de ese modo un nivel de presión fiscal igual al del 2020.
Ello se traducirá, según recoge un estudio de microsimulación elaborado por José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, en un sobrecoste para el conjunto de los contribuyentes de 4.110 millones de euros. De ese total, según el trabajo publicado por la Fundación Disenso, el Estado logrará rascar de la provincia de Burgos unos 39 millones extra: 15,4 tienen su origen en la no deflactación de las tarifas, mientras que 23,5 proceden de la no indexación del resto de elementos. A nivel nacional, de los 4.110 hasta 1.693 llegarán por la primera de las causas mientras que 2.417 lo harán por la segunda.
Ese incremento de la fiscalidad 'en frío', avalado por Hacienda, permite que el Estado suba los impuestos sin aparentemente tener que hacerlo de manera pública o explícita. Es por ello que la mayoría de Ejecutivos de todos los colores deciden aplicarlo, ya que supone un aumento de la recaudación sin coste político alguno. De promedio la factura final de la Renta de 2021 crecerá en 199 euros por contribuyente a nivel nacional, lo que deja a Burgos en la media.
Los territorios más afectados por esta subida encubierta serán, por lógica, los que mayor renta per cápita poseen dada la naturaleza progresiva del impuesto. De ese modo, los contribuyentes de Madrid deberán abonar una media de 240 euros más, seguidos de los de Barcelona, Islas Baleares y Zaragoza con 231,215 y 212 euros más respectivamente. Entre estas cuatro provincias la Agencia Tributaria logrará recaudar hasta 1.669 millones de euros extra. Por contra, los ciudadanos de las dos Ciudades Autónomas serán los que menos sufran este alza. Tanto los residentes en Ceuta como los de Melilla pagarán 'solo' 80 euros más, mientras que La Rioja se quedará en una subida promedio de 94 euros.
Criterio único. Todos los contribuyentes, sin importar su nivel de renta, deberán pagar más a la hora de completar la Declaración pese a haber perdido poder adquisitivo durante el pasado 2021.
Teniendo en cuenta esto, las comunidades más afectadas serán de nuevo Madrid, Cataluña y Baleares, las que mayor poder adquisitivo. En la región del noreste de España la subida alcanzará los 224 euros de media, mientras que en Madrid y las islas se quedará en los anteriormente citados 215 y 240 euros. Además, teniendo en cuenta el número de habitantes, es también reseñable el aumento de recaudación que percibirá la Agencia Tributaria procedente de comunidades como Andalucía (603 millones), Cataluña (817 millones), Madrid (810 millones) o la Valenciana (431 millones).
Según los datos que adelantó la titular del Ministerio de Hacienda, María Jesús Montero, el Impuesto de la Renta a las Personas Físicas recaudó a lo largo del pasado año 94.546 millones, un 7,5% más.