La Batalla de Atapuerca pega el estirón

P.C.P.
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Los gigantones que representan al traidor Sancho Fortún y a Doña Velasquita se unen a los de los reyes Fernando y García con idea de formar una comparsa al son de la gaita

Diego Alonso (i.),Isabel Torrientes e Ignacio Martínez, con los gigantones de Fernando I, Doña Velasquita, Sancho Fortún y García III. - Foto: Alberto Rodrigo

Cuando no renueva los ropajes, amplía el Centro de Interpretación Turística (CIT), ejerce de anfitriona de otras recreaciones históricas, acoge a voluntarios de toda España o prepara el asalto a la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.A la Asociación Cultural Amigos de Atapuerca le ocurre como a los niños pequeños, que no para de moverse y no deja de crecer prácticamente todos los días, de tal modo que cuando se reencuentra, de año en año, con esos parientes lejanos a los que tanto quiere parece que ha pegado el gran estirón.

Así le ocurrirá al público que acuda el fin de semana del 20 y 21 de agosto a las inmediaciones de los campos de Papasol, donde no avistará molinos, sino gigantes, de más de 3 metros cada uno. Los reyes le sonarán de vista e incluso puede que haya desfilado junto a ellos y a su estandarte, pero los otros dos rostros le resultaran totalmente desconocidos, aunque por su semblante y el gesto de las manos no tardará en colocarles en el lugar que la historia les reservó.

A los dos nuevos gigantones de Atapuerca no les delata solo el brillo de la cara. También las ropas relucen, aún sin castigar por el sol de la pradera y las horas de combate. Él con la capucha puesta, los puños apretados y esa mirada siniestra. Se ve a leguas que SanchoFortún traicionará a su monarca en venganza por haber convertido a su mujer en amante. Ella, Doña Velasquita, se muestra digna pero con la vista perdida en el horizonte, sabedora de la tragedia que su infidelidad con el rey de Navarra provocará.

'En la era MLXXXII, el primer día de septiembre, fue matado el rey García, luchando con su hermano el rey Fernando en Atapuerca, por un caballero suyo, llamado Sancho Fortún, a quien había injuriado con su mujer', rezan los Anales Compostelanos. Los cuatro protagonistas de esta crónica histórica ya están a la altura de su leyenda. Concretamente a 3,10 metros cada uno. Si no puede esperar a verlos desfilar la próxima semana, en el CIT de Atapuerca -donde se ubica la Oficina de Turismo y estaban antaño las escuelas- aguardan. Pura carne de selfi, junto al carro en el que los actores transportan el rey muerto y su ataúd, en un rincón que gana realismo gracias al terciopelo negro y al reclinatorio que invita a orar por él. 

Los dos nuevos gigantones tienen una estructura más ligera. Sancho Fortún pesa unos 7 kilos menos que los reyes y Doña Velasquita casi 15, según calculan Ignacio Martínez y Diego Alonso, dos de sus porteadores. También tienen menos rigidez en los brazos, que se percibirá al girar. «El siguiente paso es montar una comparsa», explican Martínez e Isabel Torrientes, presidenta de la Asociación Amigos de Atapuerca. «La idea es que desfilen al son de la gaita», un instrumento vinculado al Camino de Santiago y también al ejército de León, con el estandarte que estrenaron el año pasado abriendo camino. 

Desde Atapuerca recuerdan que aún hay tiempo para participar de esta granBatalla, como actor, como porteador o como voluntario. Castilla y Navarra esperan.