El paso del tiempo, unido a un uso continuado, hace mella en los edificios y un buen mantenimiento es clave para atajar problemas mayores. Los colegios públicos de la ciudad son un claro ejemplo, aunque en esta ocasión la llamada de atención de algunos viene del lado contrario, el de la «deficitaria» conservación por parte del Ayuntamiento, a quien corresponde esta tarea, mientras que es la Consejería de Educación la que se ocupa de la obra nueva. Algunos de los equipos directivos urgen arreglos, trabajos menores y puntuales en determinados casos y no tanto en otros, que llevan tiempo poniendo en conocimiento de los responsables municipales, obteniendo la misma contestación: «No hay dinero para suministros nuevos».
El concejal de Ingeniería Industrial, Adolfo Díez, asegura que las necesidades de conservación «se atienden de manera continuada por Almacenes y Talleres Municipales, empleando los recursos humanos y materiales disponibles y dando prioridad a las obras más urgentes». Para este verano -añade- se continúa «con la misma práctica», sumando «la afección propia de las vacaciones del personal».

Jueces de Castilla.

La directora del Jueces de Castilla, Laura Ramos, no duda en calificar de «lamentable» la situación e incluso ha solicitado una reunión con el alcalde, Daniel de la Rosa, en septiembre. «Los operarios acuden al centro e intentan hacer su trabajo, pero están limitados porque no tienen presupuesto para comprar materiales», explica, poniendo como ejemplo la sustitución de una simple regleta el pasado curso, de la que por fortuna guardaban una de repuesto en sus instalaciones. Sin embargo, alude a otras demandas más importantes, como el arreglo de los baños del edificio anexo, que el curso pasado se abrió para cumplir con los protocolos de seguridad contra la covid y que no se han podido usar en todo el periodo lectivo. La Asociación de Madres y Padres apoya y respalda la postura de la Dirección y exige «pequeñas inversiones» para que el mantenimiento no resulte «deficiente». 

Escaleras de acceso al Fernando de Rojas. - Foto: Luis MartÁ­n

Juan de Vallejo.

En el Juan de Vallejo cuentan con el visto bueno para pintar el edificio de Infantil, algo que se prevé iniciar en septiembre, justo cuando comienzan las clases. Esta petición sí que ha sido atendida, pero no la sustitución del zócalo del mismo inmueble, cuyo deterioro hace que caigan piedras al patio. Su directora, Beatriz Torres, critica la tardanza en acometer las actuaciones, al igual que la falta de suministros. Al respecto, afirma que el curso pasado no se recibió ningún fluorescente, cuando se estropean unas 60 unidades al año. «Hemos utilizado una caja que teníamos de remanente pero los últimos doce que no funcionan se han retirado», precisa, al tiempo que también se detiene en trabajos de albañilería como la sustitución de baldosas levantadas a la entrada o la intervención en una zona donde existe una fuga de agua. «Una buena conservación requiere muchas veces de cambios de material y si no se actúa de forma rápida, se necesitará obra nueva», remacha.

Fernando de Rojas.

La meteorología invernal ha deteriorado el patio interior de Vadillos. - Foto: Luis MartÁ­n

Las persianas rotas son una problemática común, aunque hay casos en que esta se acrecienta como en el Fernando de Rojas, el centro público más grande de la región. Su responsable, Esther Peña, explica que ha enviado ya tres escritos explicando sus reivindicaciones, sobre todo la reparación de una de las cornisas, que a finales del pasado ejercicio escolar requirió la intervención de los Bomberos porque se estaba desprendiendo. Urge esta intervención, que ha puesto en conocimiento de la Consejería de Educación al considerar que «suponía un problema grave», aunque con la respuesta de que «no era de su competencia», al igual que la eliminación de las goteras que afectan a tres aulas en las que entra ya directamente el agua y en las que se han desconchado los techos. Lo mismo que ocurre con la pintura de las fachadas, además de que algunas de las escaleras de acceso se encuentran en mal estado. De igual forma, recuerda la necesidad de construir una rampa y de adaptar uno de los aseos, teniendo en cuenta que es un colegio preferente para niños con discapacidad motora. «No han hecho nada que supusiera un solo euro de gasto», critica.

Ribera del Vena.

Desde el Ribera del Vena reivindican «diligencia» en las actuaciones, aunque reconocen que en su caso, al ser una instalación de construcción más reciente, «no hemos tenido muchas necesidades». Bien es cierto que aseguran que ha sido la Dirección Provincial la que se ha ocupado del cambio de vallas, que se rompen con facilidad, del adecentamiento de una fachada y de alguna gotera. «Sí que es verdad que no es como otros años, que venían los operarios en cuanto llamabas al Ayuntamiento», exponen, poniendo como ejemplo la rotura de persianas y avanzando que en septiembre pedirán el cambio de las luminarias por luces LED.

Aseos cerrados en el Jueces de Castilla que no se han reparado. - Foto: Luis MartÁ­n

Padre Manjón.

También lleva tiempo reclamando mejoras el Padre Manjón, cuyas familias ya pusieron en julio en conocimiento de la opinión pública deficiencias como graves humedades y goteras que ratifica su directora, Sofía Rodríguez, quien denuncia el estado en el que se encuentra el gimnasio (también usado el curso pasado para el programa Madrugadores) debido a las filtraciones de agua que se producen desde el patio y que ha obligado también al cierre de aseos. Esta situación no es nueva y asegura que el centro reclama su solución todos los inicios de curso, al igual que la mejora de parte de las escaleras de acceso, que están deterioradas. 

Solar del Cid.

La responsable del Solar del Cid, Belén Barrios, se muestra ya «cansada» de enviar escritos y oficios. En su caso, la solución para el próximo curso pasará por costear con el presupuesto del propio centro las persianas rotas, lo que mismo ha hecho este pasado encargando a un fontanero la eliminación de una gotera. «Llevamos así mucho tiempo y la situación no tiene visos de solucionarse», lamenta, no sin antes exigir que se pinten las aulas de Infantil y la reparación de una de las cornisas, que está balizada por riesgo de desprendimientos. 

Vadillos y Río Arlanzón.

El director de Vadillos, David Ureta, ha reclamado tanto a la Junta como al Consistorio el arreglo de dos de sus tres patios sin haber obtenido contestación alguna. «Con las nevadas y las lluvias se han agrietado y los agujeros se hacen cada vez más grandes, lo que supone un peligro», detalla, sin entender «la política de que no se pueda comprar nada de material» para la conservación de los centros. Finalmente, Nuria Camarena, del Río Arlanzón, pide que se acabe de pintar el interior del colegio y volverá a reclamar   la reparación de las persianas, si bien se muestra agradecida al Ayuntamiento por haber arreglado el reloj exterior, una bajante y habilitar un espacio en desuso.