Durante el partido frente al Andorra Unai Elgezabal tuvo que ser atendido sobre el terreno de juego. El centrocampista vasco se dolía del tobillo, ese mismo tobillo que le lleva machacando desde el pasado 27 de noviembre y que no acaba de recuperar. Elgezabal entrena con precaución durante la semana, hay ejercicios que no puede hacer con sus compañeros, con el único objetivo de poder jugar el fin de semana. 

«Tiene el tobillo mal, está arriesgando», reconocía Julián Calero tras el partido ante el Andorra. Después de sufrir la lesión volvió pronto y se forzó. «Me está costando un poco volver. Había muchos riesgos y vamos poco a poco», reconocía hace unos días el propio Unai Elgezabal.

El futbolista cayó lesionado en la primera parte del encuentro frente al Real Zaragoza en El Plantío y tuvo que ser sustituido. Días después se anunció la lesión, un esguince de grado 2 cuya recuperación está entre tres y seis semanas. Pero, de forma sorprendente, jugó ocho días después en Ponferrada, ante la extrañeza de todo el mundo, incluida la prensa de Ponferrada, que no entendía una recuperación tan rápida de una lesión de este tipo.

No solo eso, tras jugar el 5 de diciembre en Ponferrada, volvió a hacerlo el jueves 8 contra el Eibar en El Plantío. Descansó en el desplazamiento a Granada, también en el amistoso contra el Athletic pero volvió contra el Huesca. No viajó a Elda en la Copa y se marchó junto a sus compañeros de vacaciones.

Parecía que este periodo de ocho días podía servir para completar su recuperación. Pero no ha sido así. Solo pudo disputar 25 minutos contra el Alavés y contra el Andorra disputó el partido completo, con susto incluido. La realidad es que Unai Elgezabal aún no se ha recuperado de aquel esguince de tobillo del 27 de noviembre, que no puede entrenar con normalidad y que está haciendo un esfuerzo enorme por poder ayudar al equipo.