De Santiago a Santiago el camino hago. Paulino Renedo, un burgalés de 82 años, ha renovado el tradicional juego de La Oca para hacer un homenaje a la Catedral de Burgos y al Camino de Santiago, rediseñando el tablero para que todas las casillas sean fotografías de monumentos de la ciudad, pero sin cambiar las normas del juego original. El recorrido del tablero, que tiene 105 casillas, sigue la ruta que la ruta jacobea hace a su paso por Burgos, comenzando en la iglesia de Santa María la Real y Antigua de Gamonal para finalizar en el Hospital de Rey.
El protagonista de esta nueva versión es Santiago peregrino, uno de los 12 apóstoles, que ocupa el lugar de La Oca, intercambiando la famosa coletilla 'De oca a oca y tiro por que me toca' por el grito 'De Santiago a Santiago el camino hago'. Y no sólo eso, sino que Paulino también ha sustituido, con mucha imaginación, las paradas típicas del tablero original por otros edificios y monumentos de la ciudad relacionados con la causa. La prisión es el Arco de San Gil; la posada, el albergue de la Casa del Cubo, y el tramposo pozo, en el que quién caiga deberá dejar pasar tres turnos, lo reemplaza el pozo que se encuentra en el claustro de la Catedral.
Los monumentos están próximos a la ruta que el camino hace por la ciudad. Podemos encontrar en las primeras paradas la Fuente del Peregrino de la avenida Antonio Martín o la escultura a los Donantes de Sangre de la avenida Derechos Humanos, y más adelante a los Danzantes y los Gigantillos. Pero lo más homenajeado del tablero es sin duda la Catedral, que se conserva magnífica desde hace 800 años. El recorrido del juego da una vuelta por la Seo, en las casillas aparecen varias capillas y estatuas del interior, y algún que otro personaje histórico como Santo Domingo de Guzmán, al que también ha querido homenajear. Para finalizar, la ruta se dirige hacia la muralla, pasando por el arco de San Martín y bajando hacia El Parral. Así, el primero en llegar a la casilla del Hospital del Rey, se convertirá en el ganador de esta curiosa oca burgalesa.
Además del tablero, Paulino ha incluido en el juego un mapa del recorrido y las normas del juego, con algún que otro añadido. Para empezar, al caer en una casilla se debe adivinar qué monumento aparece en ella y donde se encuentra, aunque para los más novatos, el plano incluye una lista para identificarlos. Paulino comenta que esta idea surgió como algo familiar: «estaba viendo en la televisión algo sobre el Camino, y como soy socio de la asociación de Amigos del Camino de Santiago, se me ocurrió remodelar La Oca para jugar de esta manera». El primer boceto lo hizo en una cartulina y una vez terminado contó con la ayuda de la librería Amábar, que se encargó de hacer las fotos, dar colorido e imprimir el tablero.
Por el momento, el único ejemplar de esta llamativa y singular Oca lo tiene su creador, Paulino, que explica que en su casa juegan mucho, y que es una manera de aprender sobre el Camino y conocer nuestra ciudad.