La lluvia deja 57 litros en Oña y daña un acceso a Tamayo

S.F.L.
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Las obras de pavimentación del camino ya estaban adjudicadas y se prevé que arranquen en una semana

Ismael señala un tramo del camino que él mismo pavimentó con cemento. - Foto: S.F.L.

La tormenta que puso en jaque a los vecinos de Oña durante la tarde y la noche del miércoles dejó casi 57 litros de agua acumulados por metro cuadrado en 24 horas y también provocó que los tres vecinos del barrio de Tamayo se las vieran y desearan para acceder en sus vehículos a la carretera que se dirige al municipio.

El camino principal que une la vía con el barrio alto del pequeño núcleo (en el que habitan estas tres personas) quedó totalmente destrozado como consecuencia de las imponentes bajadas de agua que caían. Arrastró todo con lo que se topaba y cuando Ismael se levantó ayer para ir a trabajar no daba crédito de lo sucedido. El joven asegura que cada vez que llueve fuerte surgen problemas en el acceso porque no está pavimentado. Sin embargo, «el nivel de estropicio que se ha formado no lo había visto nunca», aclara.

Prácticamente todo el camino quedó intransitable para cualquier vehículo, a excepción de un 4x4, con surcos de hasta 40 centímetros de profundidad, y cantidad de piedras de tamaño considerable y tierra invadieron la travesía. El vecino denuncia que «pagan los mismos impuestos que el resto de habitantes de Oña pero que parece no tener los mismos derechos» y ruega al Ayuntamiento de la villa condal que tome cartas en el asunto para que el suceso no se vuelva a repetir. 

Arturo Pérez, alcalde de la localidad, consciente de lo ocurrido garantiza que hoy mismo se realizarán las labores de limpieza del camino con una pala. Asimismo, confirma que las actuaciones de mejora y la ejecución y pavimentación del acceso principal de Tamayo «comenzarán casi con seguridad la semana que viene» porque las obras se adjudicaron en agosto a la empresa Excavaciones Mikel por 24.395 euros.

La pavimentación del firme se llevará a cabo en la entrada que da a las dos únicas edificaciones habitadas, un tramo de unos cien metros que llega hasta el futuro Museo de la Memoria de la localidad. Para las actuaciones proyectadas, el Consistorio oniense tenía previsto invertir 28.600 euros y a pesar de que durante este ejercicio será imposible llevarlo a cabo, la idea es continuar con la rehabilitación del otro acceso que da al barrio bajo.

Ismael lleva tiempo peleando por conseguir que se mejore la entrada al núcleo y recuerda situaciones que espera que no se vuelvan a repetir. «En mi casa hemos requerido en varias ocasiones del servicio de una ambulancia y hemos tenido que empujarla porque se quedaba atascada en la cuesta», se lamenta. Además, expone que cada vez son más los turistas atraídos por el encanto de la villa milenaria y de su ruta etnográfica. «La gran mayoría no conocen el lugar e intentan subir con los coches. Más de dos y tres han acabado estampados contra el muro de piedra porque las ruedas de los turismos se quedan bloqueadas por el cúmulo de porquería», añade.

Pocos desperfectos. Según la información aportada por el encargado de la estación meteorológica de la villa condal, no ha comparado los datos registrados en otras anualidades pero se atreve a confirmar que lo del miércoles fue sin duda una de las mayores tormentas de los últimos tiempos. Los agricultores de la zona mostraron su preocupación ante la posibilidad de que la lluvia viniera acompañada de piedra, pero finalmente no se dio el caso. En Oña no hubo que lamentar daños materiales a excepción de alguna teja arrancada de los tejados, las hojas de los árboles caídas generando una estampa muy otoñal y alguna cuesta llena de arena y vegetación acumulada. 

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