«Mantenerse en la cumbre es aún más difícil que llegar»

CARMELO PALACIOS
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De la conquista de la Champions al aislamiento por 6 positivos. El inicio de temporada del Hereda San Pablo Burgos está siendo una montaña rusa de emociones. El capitán Vítor Benite repasa con Diario de Burgos este primer mes de competición

Vítor Benite, en Atenas, donde levantó la copa de campeón de la Basketball Champions League como capitán del Hereda San Pablo Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Del todo a la nada. De proclamarse campeón de la Basketball Champions League a quedarse varios días en casa aislado por culpa de seis positivos. El inicio de temporada del Hereda San Pablo está siendo una montaña rusa de emociones. Llegaba lanzado después de brillar en Atenas y vio cómo el coronavirus le frenaba en seco. Ahora, le toca volver a la rutina y afrontar un nuevo carrusel partidos hasta que llegue la Ventana FIBA.

¿Cómo le puede afectar? Diario de Burgos charla con Vítor Benite, capitán azulón, para descubrir cómo están los ánimos en el equipo burgalés y hacer un repaso a este primer mes de competición. El escolta brasileño desprende tranquilidad y reconoce estar aliviado porque no haya habido ningún jugador con síntomas graves. Destaca que lo importante es que todos estén bien y asegura sentirse preparado para lo que venga. Adaptarse a las circunstancias será una de las claves en esta inusual temporada.

La primera pregunta es obligada, ¿cómo están de salud?
Estamos bien y bastante tranquilos. Lo más importante estos días es la salud y, por suerte, ninguno se ha puesto muy mal por la covid-19. Hemos estado todos pendientes de la evolución de los positivos.

¿La vuelta al confinamiento ha sido como un déjà vu del mes de marzo?
Ya estamos acostumbrados a trabajar en casa. Al final, lo que peor se lleva es el aplazamiento de partidos y la incertidumbre de no saber si se va a jugar o no.

¿Cómo les puede afectar mentalmente este parón obligado?
Veo bien a mis compañeros en ese sentido. Este es un equipo con experiencia y con jugadores que entienden la situación. Sabemos que van a ser habituales estas circunstancias a lo largo de esta extraña temporada y lo que hay que hacer es adaptarse. Tenemos que estar preparados y no darle demasiadas vueltas a la cabeza.

¿Y a nivel físico?
Para nosotros lo fundamental es que todos estemos sanos. Creo que tenemos tiempo para prepararnos, aunque habrá encuentros que deberemos competir con menos jugadores y eso se notará en la rotación, por supuesto, pero no debe ser una excusa. 

Después de un gran inicio, ¿cree que les puede pasar factura este frenazo para lograr objetivos a medio plazo como la Copa del Rey o la segunda fase de la Champions?
Es complicado decirlo. Hay que esperar al primer partido y ver cuál es la situación del equipo. Ver cómo reacciona  y los jugadores con los que contamos. La parte psicológica es lo más importante y habrá que ir partido a partido. Esta temporada va a ser así.

El estreno en la Champions 20/21 está a la vuelta de la esquina, ¿suena todavía irreal que el Hereda San Pablo sea el defensor del título?
La verdad que a mí me suena muy bien. En esta campaña que se nos presenta dura a nivel psicológico y deportivo, creo que ha sido algo increíble para la plantilla y el club levantar el trofeo. Hay que aprovechar que ahora Burgos es un equipo conocido y que la gente va a respetar.

En Atenas, fue sorprendente ver cómo la plantilla apenas celebró las victorias ante el Hapoel de Jerusalén y el JDA Dijon, ¿consideraba un fracaso no llevarse el título pese a no ser favorito?
No celebrarlo es la mentalidad de un equipo que quiere salir campeón. A mí me ha pasado que he celebrado victorias y al partido siguiente me he ido a casa. Hay que festejarlo al final. Nuestro objetivo fue siempre quedar campeones, pero no hubiera sido un fracaso no lograrlo.

Por nombre, historia y presupuesto, el San Pablo llegó a la Final Eight de ‘tapado’ y eso le pudo beneficiar, ¿le va a poner ahora las cosas más difíciles llevar el cartel de campeón?
Está claro que el resto de equipos va a estar más alerta porque ya sabe la capacidad que tenemos y el baloncesto que jugamos. Mantenerse en la cumbre es aún más difícil que llegar, pero eso también motiva e ilusiona al jugador. Habrá que trabajar más y estar más preparados. Es una presión que gusta.

Desde el punto de vista sanitario, el cambio de formato de la Champions parece ser un acierto, ¿qué consecuencias tiene en el plano deportivo?
Cuanto más juegas, más oportunidades tienes y, en cambio, si pasa mucho tiempo entre un partido y otro, es más difícil mantener el nivel de juego. La organización hizo lo correcto y toca adaptarse.

Hay grandes expectativas puestas en esta plantilla, ¿cree que es la más equilibrada desde su llegada?
Es temprano para poner etiquetas al equipo por más que haya empezado muy bien. Hay que ver cómo reaccionamos en los momentos difíciles que se presenten a lo largo del curso, aunque es cierto que el plantel tiene mucha capacidad y equilibrio.

En los dos últimos años han empezado lanzados, ¿cuál es el secreto?
(Sonríe) Joan Peñarroya es un entrenador que conoce muy bien a sus jugadores y genera un ambiente muy positivo. Al principio de la campaña, se nota que hay muchas escuadras en las que la gente no se siente todavía cómoda y yo creo que en eso Joan tiene la capacidad de hacer que la adaptación de cada jugador sea más rápida de lo normal. No solo él, sino también todo su cuerpo técnico.

Tras su buen hacer en Burgos, ¿siente que su nombre suena ahora con más fuerza que nunca en Europa?
Yo creo que sí. La burbuja de la Fase Final de Valencia y el título de Champions hacen que se hable más de uno, pero me mantengo tranquilo porque sé que en esto del deporte te juzgan por el presente, por lo que hagas ahora. Hoy hablan bien de mí y mañana no. No hay que escuchar mucho, sino hacer las cosas bien. Si el San Pablo está arriba y yo estoy ayudando, estoy tranquilo.

¿Qué importancia está teniendo este club en su trayectoria profesional?
Muchísima, la verdad. Haber ganado un torneo europeo con este club va a hacer que sea de los equipos que recuerde con más cariño, pero no llevo mucho aquí, así que la idea es seguir haciendo cosas importantes y que dentro de un par de años se convierta en un club más grande.

En verano dijo a este periódico que el curso pasado había sido su mejor año a nivel personal y profesional,  pero después de este inicio va camino de mejorarlo...
(Ríe) Estoy en un momento de mi carrera que más que superarme a nivel individual, me encantaría que Burgos levantara otra copa o siguiera haciendo cosas que todavía no ha hecho en el pasado y que nadie se espera. Ganar un título es un sentimiento que te deja con las ganas de hacerlo de vuelta. Quiero seguir haciendo historia.

En el horizonte más cercano está la Intercontinental... ¿le suena de algo?
(Sonríe) Gané ese trofeo con el Flamengo ante el Maccabi de Tel Aviv. La clave de este torneo será el respeto con el que vayamos. En Sudamérica hay equipos con mucho talento y con ilusión por jugar ante un rival europeo. No hay que cometer el error de ir sin tensión.