La UBU prevé elevar en cuatro millones el presupuesto de 2022

B.G.R.
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El rector reconoce la tardanza en su aprobación y avanza que rondará los 74 millones por el incremento de los ingresos por fondos de investigación y una mayor aportación de la Junta

Imagen de la sede del Rectorado en el Hospital del Rey. - Foto: Alberto Rodrigo

El último Consejo de Gobierno del curso pasado, celebrado en julio, dio el visto bueno a las cuentas de la Universidad de Burgos correspondientes a 2021, las mayores de su historia y que finalmente rondaron los 70 millones de euros. Para  el de este año, que aún no se ha aprobado, el rector, Manuel Pérez Mateos, prevé un incremento de las mismas en al menos cuatro millones de euros, con lo que, de confirmarse sus cálculos, la institución académica local marcaría de nuevo un récord económico.

Buena parte de este aumento vendría a través de la inversiones, donde «tienen mucho peso» los fondos públicos captados a través de proyectos de investigación. «El año pasado hubo 10,5 millones de euros en el capítulo 6 y este ejercicio prevemos llegar a los 13,4 millones», explica el máximo responsable académico, atribuyendo ese crecimiento de 2,9 millones al «éxito que estamos teniendo en las distintas convocatorias de fondos a las que concurrimos». En este punto y a modo de ejemplo, asegura que los resultados de la UBU son «casi equiparables» a los de la Universidad de Valladolid y Salamanca, cuando «el tamaño de los campus no es comparable». 

Además de esta vía de ingresos, Pérez Mateos hace referencia al capítulo 1, el más importante y que corresponde al personal de la institución, donde la financiación llega directamente de la Junta. Confía al respecto en un incremento de la aportación regional, que se lleva reivindicando desde hace años, y que queda reflejado en el último estudio que presentó a la consejera de Educación, Rocío Lucas. «Estamos recibiendo casi 5.000 euros menos por empleado que el resto de universidades públicas de la región y eso al año significa seis millones de euros», remarca, insistiendo en que se igualen dichas cantidades y dejando a un lado pedir un «trato positivo al ser la más joven y necesitar mayor inversión».

El rector valora positivamente el último encuentro que mantuvo con la responsable regional sobre este asunto, si bien se muestra prudente porque «luego tiene que traducirse». Unas sensaciones favorables que también traslada al hecho de que la Junta enviara a la institución un mensaje de «espera» en la aprobación del presupuesto para estudiar su petición de financiación, sin que por ello deje de reconocer la tardanza, ya que debería haber estado en junio. En este punto, confía en que las «buenas noticias» lleguen en septiembre y con ellas la validación de las cuentas.