A tan solo tres semanas de la celebración de los Carnavales, los comercios y bares de la ciudad «celebran» la vuelta de los tradicionales desfiles. Su desarrollo continúa a la expectativa de la evolución de los contagios, pero supondría una «muy buena noticia». El Ayuntamiento ya ha comenzado a preparar unos actos que significarían un «impulso» para la hostelería mirandesa.
Los numerosos negocios de la ciudad se muestras «encantados de volver un poco a la normalidad», tal y como afirman desde Disfraces Marfiel. Para la dueña del local, los dos últimos años han sido «insostenibles». Una situación que comparte con Ana Modista, quien afirma que «estos pasados años apenas han habido pedidos de disfraces». Unos encargos que «se espera que suban».
Más allá de los mismos, los juguetes y accesorios también juegan un papel muy importante en el desarrollo de los carnavales. Aunque la venta «haya bajado mucho durante estos dos últimos años», en Juguettos esperan que las fiestas tengan lugar. «Si se celebra y hay más ambiente pues es normal que al final vendamos más», explican. Por ello ya han comenzado a «poner los escaparates» y a «recibir alguna cosa».
Los bares de Miranda también se verían beneficiados por estas celebraciones . «Si que va a ser un impulso muy importante porque venimos de unos días muy malos y al final es un poquito lo que da color al mes de febrero», explica Pepe Rey, presidente de la Asociación de Hosteleros. Aún restan más de veinte días para estos desfiles, pero «ya celebrar algo es importante», considera Rey. La «alegría» y «movimiento» que hay desemboca en que los mirandeses «salgan a consumir». Una acción que beneficia a la propia hostelería.
Toda celebración queda supeditada a la evolución de la pandemia, aunque desde el Ayuntamiento consideran que «si todo sigue como hasta ahora, parece que se podrá hacer». Los actos tendrán lugar siempre en exteriores y se baraja la posibilidad de instalar un pequeño parque infantil en el Pabellón del Ebro. Inés Busto, concejala de Festejos, recalca que hay que actuar con «cautela» y «en la misma línea que Navidades».