Héctor Jiménez

Plaza Mayor

Héctor Jiménez


Barracas a las barricadas

21/03/2022

A la sección 'Burgos para principiantes', que durante un tiempo publicó en estas páginas Martín G. Barbadillo desgranando maravillosamente la idiosincracia local, le faltó un capítulo dedicado a las barracas. Tema crucial, de extraordinaria importancia, que cada año provoca ríos de tinta, horas de informativos y tertulias monográficas. Esta vez se ha llevado la palma.

Al Consistorio le han entrado las prisas de mover el recinto ferial. Se escudan en que deben cumplir su compromiso electoral de acabar con la ubicación provisional del polígono docente, tal y como prometieron en mayo de 2019. No les dolerán prendas a la hora de faltar a otras promesas, y tristemente ninguna de ellas generará tanto debate como el de dónde instalar unas atracciones durante una semana al año.

El equipo de Gobierno municipal se ha liado él solito, cual portero que trata de hacer un caño ante el delantero rival en el minuto 90 de un partido empatado a cero. Primero propusieron Fuentecillas pero los vecinos le hicieron 'un Gamonal', se echaron a la calle, colocaron pancartas y vocearon en la cara al alcalde. Después recularon, eligieron Villatoro y de ahí ya no se mueven, oficialmente porque allí molestan menos y oficiosamente porque una nueva rectificación dejaría la autoridad y la credibilidad de las propuestas del Consistorio a la altura del betún.

¿Saben dónde está el recinto ferial de Sevilla, el más grande de España, que revienta con millones de personas cada mes de abril? En un gigantesco solar al lado del centro, pegado a Los Remedios, una de las zonas de alto nivel de la capital hispalense. Aquí, sin embargo, su ubicación levanta en armas barrios enteros y cualquiera que lea esto fuera de Burgos alucinará.

El miércoles, en las páginas de este periódico, pudimos leer una declaración demoledora de los feriantes. Decían literalmente: «Burgos es la capital de España que menos ferias tiene. El mínimo que nos instalamos es 15 o 16 días. Además, siempre ha habido controles de ruido y de todo tipo. La gente se queja de todo». Con otras palabras, estos señores dejaron a las claras que estamos ante una ciudad de tristes como no han visto otra igual. Y puede que tengan razón.