Ingenierías y grados de Economía lideran el abandono en la UBU

B.G.R.
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Dos de cada 10 alumnos de la Universidad de Burgos dejan los estudios antes de obtener el título, porcentaje situado por encima de la media regional

Estudiantes de las Facultades de Ciencias de la Salud y Humanidades. - Foto: Patricia

El abandono universitario no supone hasta el momento una preocupación para la UBU, pero sí una cuestión a la que prestar atención para intentar atajarlo. Los últimos datos al respecto facilitados por la institución académica local revelan que casi dos de cada diez alumnos (19,1%) dejan para siempre los estudios superiores, un porcentaje que se sitúa por encima del resto de campus públicos de la región pero que está por debajo de la media nacional, que llega al 20,8%. Eso en cuanto a las cifras generales, ya que esta tasa presenta notables variaciones dependiendo de si la formación es presencial u online, y de los títulos que se cursan.

En el caso de la Universidad de Burgos y teniendo en cuenta los alumnos que iniciaron un grado online en el ejercicio 2016-2017, el porcentaje alcanza el 36,2%, mientras que desciende hasta el 13,6% si dicha carrera es presencial. La elevada diferencia radica en que el perfil estudiantil de los primeros poco tiene que ver con el de los segundos, ya que se trata, en su mayoría, de trabajadores en activo que ya han pasado por la universidad pero desean ampliar sus conocimientos o que acceden por primera vez, con lo que las bajas y las altas se producen con frecuencia.

El ejemplo más llamativo es el de Ingeniería Informática, que en la modalidad online, donde se ofertan 100 de las 75 plazas disponibles, presenta una tasa de abandono del 71,3%, seguido de Turismo, con un 66,67%, Ciencia Política y Gestión Pública, un 52,17%, Lengua: Español y Literatura (51,8%) e Historia y Patrimonio, un 47,89%.

Motivos distintos se presentan entre los estudiantes a los que por edad les corresponde estar en el sistema universitario pero que deciden dejarlo. De ese 13,6%, un 8,1% lo hace el primer año, un 3,8% el segundo y un 1,7% el tercero. La vicerrectora de Docencia y Enseñanza Digital, Begoña Prieto, hace referencia a una casuística muy variada a la hora de explicar estas cifras. Por un lado, incluye los perfiles de aquellos alumnos de nuevo ingreso que no consiguen los resultados esperados o que no están satisfechos con las expectativas que se habían generado, optando «una parte importante» por el cambio a la FP. Por otro, sostiene otras circunstancias relacionadas con situaciones personales, económicas o de acceso al mercado laboral.

La salida de la universidad presenta variaciones que dependen del grado a estudiar y que, según la UBU, no representan un caso excepcional en el campus local sino que se dan en parecidas proporciones en el conjunto de instituciones académicas. En este sentido, asegura que son las ingenierías las que registran una mayor tasa de abandono que, por ejemplo, llega hasta el 36% en Ingeniería Civil, sumándose a esta situación carreras como Administración y Dirección de Empresas (ADE) o Finanzas y Contabilidad (FICO), que se encuentran por encima del 20% (24,4% en el primero), al igual que Informática u Organización Industrial. 

Las razones que se apuntan pasan por el nivel de exigencia en el caso de los títulos técnicos, mientras que en los relacionados con la economía se trata estudios 'recurrentes' por su «indefinición vocacional» para los alumnos que han terminado el Bachillerato de Ciencias Sociales y que, a su llegada a la UBU, se encuentran con conocimientos de Matemáticas o  Estadística que no se esperaban.

Enfermería, en mínimos. En el otro lado, figuran aquellas enseñanzas superiores en las que las tasas de salida del sistema universitario resultan mínimas. Están relacionadas con un mayor interés vocacional, siendo Enfermería la que presenta un menor porcentaje de abandono, tan solo de un 3,2%, seguida de los grados relacionados con el ámbito de la educación, como Maestro de Educación Infantil, con un 4,6%, o un 8,9% en Maestro de Educación Primaria. 

Volviendo a los datos generales,  es decir, a la salida del sistema universitario, ese 19,1% que la UBU atribuye al peso de los grados online, se sitúa por encima del resto de campus públicos de la Castilla y León. La Universidad de León registra un 13,2%, la de Salamanca un 9,8% y la de Valladolid un 12,4%, instituciones que no ofertan la modalidad a distancia, que sí que se deja notar, por ejemplo, en la UNED, donde se dispara al 57,8%. 

La vicerrectora de Docencia asegura que la institución académica local trabaja de forma constante para reducir una tasa que «no preocupa, pero de la que hay que ocuparse». Para ello,  alude a una «labor de seguimiento de los títulos y de los propios alumnos» para valorar qué razones están detrás de su decisión, además de medidas de tutorización y formación inicial previa al inicio de las clases en aquellas asignaturas de especial dificultad. De igual forma, considera que parte de esas salidas están vinculadas a estudiantes extranjeros con problemas de comprensión del español, lo que, según recuerda, llevó a que se exigiera un nivel B1 o B2, dependiendo del título, para el acceso de este alumnado.