Es una clara opción de medalla para la delegación española en los Juegos Olímpicos. Rafa Nadal fue abanderado en Río y puede presumir de haber conquistado ya dos oros en la cita de mayor magnitud. No obstante, el balear dejó ayer su participación en Tokio y ha decidido posponer su decisión. El mallorquín aseguró ayer que «en un mundo normal nunca» se perdería los Juegos Olímpicos, pero reconoció que en este contexto de pandemia de coronavirus se crea una situación de incertidumbre que le impide tomar una decisión definitiva.

«No sé todavía, no puedo dar una respuesta clara sobre mi participación en los Juegos de Tokio porque no lo sé. En un mundo normal nunca pensaría en perderme los Juegos, claro, todos sabemos lo importantes que son para mí. En estas situaciones, no sé, veremos en un par de meses», aseguró Nadal en Roma, donde debutará hoy contra el italiano Jannik Sinner. «Tengo que organizar mi calendario. En un año normal siempre tengo claro mi calendario desde el 1 de enero, pero este año es distinto. Hay que ser flexible», agregó.

El de Manacor consideró, además, que los jugadores más expertos están sufriendo por el virus porque son «más conscientes de los problemas». «La pandemia nos ha hecho vivir cosas a las que no estábamos acostumbrados. Cuando se habla de pandemia se habla de los jóvenes, pero yo creo que ellos tienen energías para adaptarse más. Para nosotros que llevamos una vida viviendo en unas condiciones que han cambiado de manera drástica y somos más conscientes de los problemas, está preocupación está más acentuada», opinó.

Nuevas promesas

Nadal no está sorprendido de la nueva generación de tenistas y lo consideró un proceso natural. «Nosotros llevamos una vida jugando con público, quizás nosotros necesitemos un poco más eso, pero todo son teorías y búsqueda de motivos. Hay una generación joven que es buena. Es la vida, una rueda que no se detiene para nadie», subrayó Nadal, que está a punto de cumplir 35 años. 

«Nos estamos perdiendo eventos. Además, hay una nueva generación que es muy buena. Tenemos 33, 34 y 39 años (Djokovic, él y Federer). Normalmente nada es para siempre», añadió.

El nueve veces campeón en la capital italiana prometió darlo todo cada día como siempre ha hecho y expresó su ilusión por estrenar con una ronda «de las más complicadas», puesto que Sinner, ‘número 18’ del mundo es la gran promesa del tenis transalpino. 

«En Madrid jugué muy bien, luego tuve dos juegos malos y todo se perdió (ante Zverev), pero jugué mi mejor nivel de los últimos tiempos. Me tuve que adaptar a nuevas condiciones, eso requiere tiempo, pero estoy listo. Mi debut en Roma será uno de los más complicados posibles, contra Sinner, espero estar preparado», concluyó.